lunes, 31 de octubre de 2016

Los pequeños asesinatos de Agatha Christie


Cuando uno se había habituado a las series Hércules Poirot (1989-2013 y a Miss Marple (dos, en realidad, 1984-1992 y 2004-2013) o Partners in Crime (1983-1984 y 2015) y creía que ya era imposible sacar más jugo televisivo a las obras de Agata Christie, en Francia, Anne Giafferi y Murielle Magellan, diseñaron una nueva serie reuniendo distintos escritos de la autora británica bajo el título Los pequeños crímenes de Agatha Christie. La empresa era difícil por varios motivos: el primero de todos que tanto las series que tuvieron como protagonistas a Poirot y a Miss Marple, tenían una gran perfección técnica y habían gozado del favor del público. La segunda que varios de los episodios tratados ya habían sido adaptados a la serie Poirot: Pleamares de la vida, Un gato en el palmar, Navidades trágicas, Un triste ciprés, La Señora McGinty ha muerto, y algunos más, no hacía mucho, habían sido llevados a la pequeña pantalla en la serie protagonizada por David Suchet. Así pues, en parte, lo que vemos en esta serie puede considerarse un remake




Poirot no está presente. No veremos ni sus neurosis, ni sus manías propias de un obsesivo-compulsivo. Tampoco la acción no se desarrolla en el Reino Unido. Ni el “Capitán Hastings”, ni  la “Señorita Lemon”, ni el “inspector jefe Japp”, desfilan por la pantalla. Los papeles protagonistas han sido asumidos, en la primera temporada, por un histriónico inspector francés (“Larosiére”), los episodios tienen lugar en pequeños pueblos galos y un grupo de policías del que “Lampion”, el joven y sexualmente ambiguo ayudante de “Larosiére”, es el más significativo. A diferencia de en la serie protagonizada por David Suchet, en la que los golpes de humor –humor inglés, siempre comedido– aparecen solamente en las interrelaciones de Poirot con sus íntimos colaboradores, en esta serie francesa, se refuerza la parte cómica en la primera temporada que se convierte en fronteriza con el humor de sal gruesa en la segunda.

Ambas temporadas están situadas en tiempos diferentes: la primera en los años 30, la segunda a finales de los 40 o principios de los 50. También los personajes protagonistas cambian. La serie se beneficia del encanto que tienen todos los relatos de Agatha Christie e incluso en algunos episodios cuesta reconocer las novelas originales o las adaptaciones realizadas en la protagonizada por Suchet. En cierto sentido, la serie francesa podría considerarse un spin-off de Hercules Poirot, al menos en la primera serie en donde el investigador local del episodio Navidades Trágicas pasa a ser el inspector “Larosiére”, a lo largo de cuatro episodios y casi 5 horas de emisión… Precisamente, cuando TV2 emitió la serie cometió el error de colocar los episodios desordenadamente: imperdonable en la medida en que uno de los protagonistas muere (evitemos el spoiler callando sobre este particular) y, a partir de ahí, la sucesión ofrecida resulta incomprensible y con incongruencias temporales.


La serie, en general, aún teniendo altibajos y resultando poco convincente la construcción del personaje de “Émile Lampion”  (Marius Colucci) y excesivamente artificial la del “inspector Larosière” (Antoine Duléry), es agradable, fácil de ver, realista y rigurosa en cuanto a la ambientación, buena en ritmo, y mantiene el suspense durante la hora y media en que transcurre la acción. La serie francesa, así pues, constituye una entretenida adaptación de los relatos originales, en otras latitudes, en otro clima cultural y con otros personajes. 

El protagonista de la primera temporada, Antoine Duléry, es un veterano de la escena francesa desde que tenía once años. Ha trabajado en varias ocasiones con Claude Lelouch en la pantalla grande y viene apareciendo regularmente en series de televisión y en TVmovies desde mediados de los años 90. Sin embargo, la mayoría de estas series y buena parte de su filmografía no han atravesado las fronteras de los países francófonos, así pues, su rostro es prácticamente desconocido en España. Realiza un trabajo convincente pero con un guión que le obliga a la sobreactuación. Otro tanto le ocurre a Colucci-“Lampion”.

Al igual que Duléry, Colucci, es último vástago de una vieja saga de actores y, como él, también apareció ante las cámaras de niño. Es hijo del humorista “Coluche” que intentó presentarse como candidato a la presidencia de la República a mediados 80, sin lograrlo a causa de un misterioso accidente, cuando se había convertido en el “candidato de la protesta”. Su hijo, en ese momento, apenas había cumplido los 10 años. Tras haber asumido pequeños papeles se le presentó la ocasión de encarnar al joven y novato inspector “Émile Lampion” que lo convirtió en un rostro habitual en la televisión francesa.
La renovación en la segunda temporada se debió a que ambos actores decidieron abandonar la serie voluntariamente, siendo sustituidos por Blandine Bellavoir (“Alice Avril”, periodista) y Samuel Labarhe (“comisario Laurence”). La producción ganó en comicidad y supuso una ruptura total con los once episodios de la primera temporada. De hecho, el único nexo que une a las dos series (la primera se prolongó entre 2009 y 2012 y la segunda a partir de 2013 y hasta 2016) es el título y el hecho de que los guiones estén inspirados en los temas de Agatha Christie. A partir de esta segunda temporada (en realidad cabría hablar de “segunda serie de episodios”) la productora (la franco-helvética Escazal Films) tomó la costumbre de filmar cuatro episodios al año: dos en primavera y dos en otoño. En el momento de escribir estas líneas, se siguen produciendo episodios.

Una serie que no terminará de gustar a los lectores habituales de Agatha Christie, especialmente a los de “estricta observancia”: los nombres cambian, las situaciones sufren alteraciones, las ubicaciones geográficas son completamente diferentes, cambian también los investigadores e, incluso en algunos casos, cambia hasta el final. Pero, sin duda, los lectores más abiertos y los espectadores amantes del género detectivesco encontrarán alicientes suficientes en esta serie como para esperar devotamente las distintas entregas. Gustará también a los amantes del cine francés. Los que gusten de comparar distintas versiones de los mismos temas se remitirán mecánicamente a la serie Hercules Poirot y, sin duda, cada uno tendrá su particular versión de quién es la más atractiva y convincente. Serie también recomendada para los amantes del género detectivesco. 

La serie fue proyectada por TV2 sin que se hiciera ninguna publicidad en las tardes de los domingos. Se emitió, además, desordenando los episodios y con interrupciones por distintos motivos. Censurable. Afortunadamente, el espectador no sufrió por los cortes publicitarios…


FICHA:

Título original: Les petites meurtres d‘Agatha Christie
Título en España: Los pequeños asesinatos de Agatha Christie
Temporadas: 2 (27 episodios)
Duración episodio: 90 minutos
Año: 2006-2016
Temática: Género negro
Subgénero: Tragicomedia
Actores principales: Antoine Duléry, Marois Colucci, Serge Dubois, Olivier Carré, Flore Bonaventura, Alice Isaaz, Blandine Bellavoir, Samuel Labarthe, Élodie Frenck, Doinique Thmas. François Godard, Natacha Lindiger, Cyril Guei, Françoise Fabian
Lo mejor: el núcleo central de las intrigas.
Lo peor: excesivas licencias de los guionistas en relación a los relatos originales. 
Puntuación: 7
Web en castellano:  
Video clip:
(en francés, 1ª temporada): https://www.youtube.com/watch?v=DdnguoZ81Fk 

¿Cómo verlo?: Lo ha proyectado TV2 y la TV de Castilla La Mancha. Puede obtenerse mediante programas “peer to peer” o verse on line en la web http://seriesadicto.com/serie/los-pequenos-asesinatos-de-agatha-christie También están disponibles en DVD editados por Divisa.

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