jueves, 27 de abril de 2017

BCN FILM FEST... Plan de Fuga


A la vista de un largo reguero de decepciones, cuando se trata de ver una película española (y hoy, incluso, una muestra del cine francés), hay que valorarlo. Existe un alto porcentaje de que nos veamos decepcionados y maldigamos la hora en que nos sentamos en la oscuridad de la sala, con mentalidad fatalista, dispuestos a ejercer de sufridores. Por ello y a la vista de la densidad de las proyecciones en la semana del Barcelona Film Fest – Sant Jordi, estuvimos a punto de perdernos la película de Iñaki Dorronsoro, Plan de Fuga. Ahora sabemos que lo hubiéramos lamentado. Es, seguramente, una de las cintas más convincentes y entretenidas que se han proyectado en el curso de esta semana de atracón cinematográfico. Nos explicamos.
En Plan de fuga han ido a converger tres elementos que, cuando coinciden, dan lugar a una película que satisface las expectativas del público más exigente: un guión bien atado, una dirección sólida y una interpretación convincente. Los tres elementos están presentes en esta película. A Dorronsoro se deben los dos primeros elementos: ha sido a la vez, guionista y realizador. Es su segunda película después de aquella otra que dirigió en 2006, La distancia, y en la que también fue guionista y director. De hecho, el tema es similar: bajos fondos, sordideces, delincuencia. Si en aquella ocasión, la película nos sumergía en el mundo del boxeo, ahora, en Plan de fuga nos sitúa al intríngulis de una banda de atracadores del Este (vivimos tiempos en los que la globalización ha llegado también al mundo de la delincuencia). Hay, en efecto, bandas como la que nos describe Dorronsoro. 
La película, por tanto, tiene una alta dosis de realismo que queda reforzado por las actuaciones de los tres actores protagonistas: Alain Hernández (desde 2011 parece no hacer ascos a ningún registro que le exija el guión y que siempre muestra una gran versatilidad, haciéndose querer por las cámaras, sosegado y eficiente que por cierto... tiene una sonrisa que se agradece), Luis Tosar y Javier Gutierrez (de los que alabar sus calidades interpretativas sería recordar lo obvio y que repiten aquí actuaciones de bandera). 
En una película de género negro lo que puede exigirse es que el guión sea entretenido. No existe una acción trepidante durante los 105 minutos de proyección, lo que existe es una historia ordenada, bien contada, coherente, que puede recomendamos ver para un público que tiene prevenciones ante el cine español. Siempre hemos dicho que, incluso en las profundidades históricas del cine español, el género negro fue uno de los que mejor se han sabido cultivar y el que, probablemente, haya mantenido una media de calidad más alta: tenemos en mente ahora mismo, El crack (1981) de Garci con su secuela, o las recientes Cien años de perdón (2016) y la inolvidable La isla mínima (2014) o la ya remota A tiro limpio (1963) de Pérez-Dolz. Plan de fuga puede incorporarse tranquilamente a este pelotón de películas que nos reconcilian con el cine español.

En el festival de Málaga, donde se presentó esta película, Plan de fuga se llevó el premio a la Mejor Música y, efectivamente, aun no siendo lo mejor de la película, merece también tenerse en cuenta. En general, la cinta gustará a los habituales del género negro, por supuesto a los que estén enganchados a las actuaciones del trío protagonista y a quienes aspiren a sentarse en la negrura de una sala de proyección y exijan que les cuenten historias serenas, seguras, intensas y con dosis de tensión, acción e intriga. 

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