De tanto en tanto en Australia se filman películas notables o que, en cualquier caso nos llaman la atención. Recordamos, entre las recientes, Dance Academy (2010-2013) o Top of the Lake (2013-2016), Pesadillas de Stephen King (2006) o East West 101 (2007-2011), The Code (2014)sin olvidar a la mas reciente, Cleverman (2016). Las series australianas difícilmente son emitidas en esta parte del globo en prime-time y, en la mayoría de casos, ni siquiera llegan y si lo hacen es perdidas entre el streaming de plataformas que todavía no tienen altos índices de audiencia. En general, las series australianas, están más cerca de los estándares ingleses que de los norteamericanos. Tienen algo de artesanal y sus presupuestos, nunca excesivamente altos, son aprovechados al máximo. Miss Fisher’s Murder Mysteries pertenece a este tipo de series y, si se nos apura, es superior a ellas, por dos características: su ambientación (felices 20) y por la elección de su protagonista, Essie Davis.
La serie está basada en los relatos de Kerry Greenwood. Su título en castellano sería algo así como “Los misteriosos asesinatos de la Señorita Fishers”, pero cuando Netflix lo ha proyectado en nuestro país (de momento sólo la primera de las tres temporadas de que consta), ha conservado el título original. La autora es una sonrosada abogada australiana que en 1989 publicó Cocaina Blues (traducido como Muerte accidental) en la que aparecía por primera vez el personaje de Friné Fisher. A esta siguieron otros 20 relatos y varios cuentos cortos con la misma protagonista cuya escritura alternó mientras seguía defendiendo pleitos en los juzgados. Era cuestión de tiempo que un éxito de tales magnitudes fuera llevado al cine para actualizar la figura de Miss Marple, la famosa detective creada por Agatha Christie.
No le costó mucho a la Greenwood crear el nuevo personaje: era una Miss Marple en el esplendor de la vida. No era una anciana solterona, sino una mujer de mundo, una feminista confiada en el papel de la mujer del futuro, de la que ella quiere ser una vanguardia. Sobre la vida personal de Miss Marple no se conoce apenas nada, en cambio el mismo nombre de Friné es indicativo de por donde discurre su personalidad, especialmente para los amantes del mundo clásico griego. Era el nombre de la modelo y amante predilecta Praxíteles. Su Afrodita particular. Acusada de impiedad por compararse a Afrodita, fue absuelta por el tribunal después de que mostrara su cuerpo desnudo. Los jueces vieron en él, efectivamente, a la personificación de la diosa del amor y del sexo. Friné no es, pues un nombre inofensivo, sino que imprime carácter a quien lo muestra.
No le costó mucho a la Greenwood crear el nuevo personaje: era una Miss Marple en el esplendor de la vida. No era una anciana solterona, sino una mujer de mundo, una feminista confiada en el papel de la mujer del futuro, de la que ella quiere ser una vanguardia. Sobre la vida personal de Miss Marple no se conoce apenas nada, en cambio el mismo nombre de Friné es indicativo de por donde discurre su personalidad, especialmente para los amantes del mundo clásico griego. Era el nombre de la modelo y amante predilecta Praxíteles. Su Afrodita particular. Acusada de impiedad por compararse a Afrodita, fue absuelta por el tribunal después de que mostrara su cuerpo desnudo. Los jueces vieron en él, efectivamente, a la personificación de la diosa del amor y del sexo. Friné no es, pues un nombre inofensivo, sino que imprime carácter a quien lo muestra.
La “señorita Fishers” es, pues, ante todo, una amante perfecta, rasgo que, con todo, va por detrás de su afición principal: la observación intuitiva, el descubrimiento de misterios y la resolución de crímenes. Seductora, ingeniosa, exuberante y carismática imagen encuentra su complemento en el “detective inspector Jack Robinson” (interpretado por Nathan Page), un policía convencional, metódico y experimentado que cuenta con “el oficial de policía Hugh Collins” como ayudante. El carácter y las formas desenvueltas y desinhibidas de Friné Fisher, chocan con el carácter australiano de la época (felices años 20) y llaman poderosamente la atención allí donde va. Su antítesis es su misma ayudante “Dorothy Villiams-Collin”, “Dot”, (Ashleigh Cummings) chica de poca experiencia que se ve envuelta en el asesinato que abre la serie y pasa a ser el brazo derecho de Friné Fisher.
Esto por lo que se refiere a los personajes. Los crímenes son resueltos en cada episodio. La línea de continuidad viene dada por las interrelaciones entre los protagonistas principales y la tensión sexual cada vez más intensa entre la desmadrada y exuberante “señorita Fishers” y el riguroso y comedido “inspector Robinson”. Unos episodios están mejor resueltos que otros, pero siempre, en todos, el público no sale defraudado: siempre encuentra tensión, humor, misterio, agilidad en el tratamiento de las situaciones, suspense que le permiten pasar bien esos momentos de ocio. La serie podría compararse a Crimen en el paraíso o a Los pequeños asesinatos de Agatha Christie (2009-2013): a la primera por lo exóticos de la ubicación y a la segunda por la ambientación (años 20-30). En las tres el asesinato y la investigación que siguen se desarrollan con una fluidez similar.
Essie Davis, sobre cuyas espaldas descansa la serie es la actriz más famosa de la escena australiana. Con una sólida formación académica, la recordamos como esposa del pintor holandés Vermeer de Delf en la película La joven de la perla (2003) en la que Scarlett Johanson encarnaba al personaje que da nombre a la película y Essie Davis era la esposa del pintor. Se nos quedó en la retina aquel rostro agradable marcado por unos pómulos rotundos. Nos la volvimos a encontrar en las dos últimas entregas de Matrix (Matrix Reloaded [2003] y The Matrix Revolutions [2003]) La volvimos a ver en algunos episodios de Juego de Tronos (2016, como “Lady Crane”), hasta que su rostro dominó la serie que comentamos.
En cuanto a Natham Page, su historial como actor es mucho más breve. Prácticamente no había aparecido en escena (salvo en papeles muy secundarios o en series de poco recorrido) hasta que irrumpió en esta serie. Sin embargo, su formación teatral era sólida y hasta ese momento se había limitado a hacer de actor de doblaje y voz en off en spots publicitarios. Sin embargo, su físico de deportista (fue ciclista profesional hasta que un accidente le impidió progresar por ese camino que, por lo demás, como el mismo reconoció, estaba sembrado de dopantes demoledores). También es un fotógrafo notable que ha obtenido varios premios en su tierra natal. Une a su físico, una voz profunda y una dicción perfecta. Su rostro, permanentemente serio y en actitud reflexiva, es la antítesis de la “señorita Fishers”, aristócrata para quien lo festivo es una actitud ante la vida.
Bien realizada y, sobre todo, con una envidiable y precisa ambientación (se diría que estamos en la Australia de los años 20) es un serie notable. De las que dejan huella y se recuerdan con simpatía por mucho que pase el tiempo. Si usted busca renovación, innovación y originalidad en el género negro y en los thrillers de investigación, cuando parecía que ya era imposible encontrarlo, ahí está Miss Fishers para demostrarle lo contrario. Es muy posible que, de tanto en tanto, la busquemos para verla de nuevo. Esa es la mejor señal de su calidad. Los habituales al cine de detectives y a los thrillers desenfadados de investigación criminal, la sabrán apreciar. Así mismo deleitará a los que hayan cautivado las series inspiradas en los relatos de Agatha Christie o de Conan Doyle. Y, sin duda, cumplirá las expectativas de aquellos que amen las series ambientadas en un pasado no muy remoto, realizadas con precisión y rigor.
La serie tuvo gran éxito de crítica y audiencia en su tierra natal y, posteriormente, el público inglés le hizo la ola. De ahí saltó a Francia que también renovó por las temporadas que pudieran producirse. Netflix, finalmente, compró los derechos de proyección internacional. Lamentablemente, mientras en Iberoamérica esta plataforma muestra las dos primeras temporadas y está a la espera de la tercera, en España solamente ofrece la primera (lo que obliga a recurrir a métodos alternativos para visionarla). Una serie, en definitiva, recomendable, alabada por la crítica y a la que cuesta encontrar fallos. Ah, y por cierto, una banda sonora excelente, con un tema inicial que remite a aquellos locos años.
FICHA:
Título original: Miss Fisher’s Murder Mysteries
Título en España: Miss Fisher’s Murder Mysteries
Temporadas: 3 (34 episodios)
Duración episodio: 60 minutos
Año: 2012-2015
Temática: Género negro
Subgénero: Detectivesco
Actores principales: Essier Davis, Nathan Page, Ahleig Cumings, Hugo Johnstone-Burt, Miriam argolyes, Tamy Macintosh, Richard Bligh
Lo mejor: la interpretación de Essie Davis.
Lo peor: lo previsible e algunos episodios
Puntuación: 7
Web en castellano:
¿Cómo verlo?: Proyectado la plataforma Netflix.
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