¿Que les pasó a las estrellas de cine? De Jordan B. Peterson Clips entrevistando a Dennis Quaid
What Happened to Movie Stars? De Jordan B. Peterson Clips entrevistando a Dennis Quaid
Jordan dice que a partir de la finalización del Covid, no sabe si ha perdido el hábito de ir al cine, al teatro, etc.A día de hoy si no encuentra críticas confiables no elige salir para ir al cine y ver una película.Recuerda que antes la publicidad en los anuncios del papel periódico era suficiente.La gente fanática del cine, rastreaban. Se enteraban de su estreno en viernes y te encontrabas con colas de personas que daban la vuelta a la manzana. Más tarde llegaron los anuncios de los estrenos de películas a la TV. La publicidad de la película era más sincera.. se jugaban el prestigio.
Roger Joseph Ebert fue un crítico cinematográficoestadounidense, uno de los más reconocidos a nivel mundial. Trabajó para el periódico Chicago Sun Times, ganó un Premio Pulitzer y los diferentes programas sobre análisis de películas de estreno que realizó desde 1975 a 1998 junto a su colega y a la vez rival Gene Siskel estuvieron entre los más exitosos de la televisión norteamericana. Porque informaban con meses de antelación con grandes debates.
Jordan pregunta a Dennis Quaid ¿Cómo ve la realidad actual y el futuro potencial de la industria cinematográfica? ¿Aún hay estrellas?
Esa es la cuestión. Son una especie en extinción. Las nuevas estrellas salen y están en las Redes Sociales. Un ejemplo es Justin Bieber, la primera estrella totalmente creada en Youtuber. Por otro lado Jack Nicholson, nunca lo verás en un programa de entrevistas. Al no saber nada de su vida, Cuando representan un personaje… imprimes tu propia vida en ellos. Ves a los actores por algo dentro de tí y eso es lo que hace una estrella de cine.Si sabemos todo de ellos no hay Misterio.
Esta entrevista me ha invitado a reflexionar
Lo que dice Dennis Quaid es muy revelador y encaja: cuanto menos sabemos de la vida privada de un actor, más fácilmente nos creemos sus personajes.
Lo que plantea Quaid es casi una paradoja: La visibilidad personal resta credibilidad artística. Y el silencio y el secreto multiplican la verdad del personaje.
Es como si el actor, al guardar su vida en la sombra, diera más luz a los papeles que interpreta. Salvaguardar la ilusión del espectador.Porque si sabemos demasiado del actor, el personaje queda reducido a un disfraz. Pero si el actor es un enigma, entonces el personaje se nos presenta como real.
El tema específico de lo que significa ser “estrella de cine” desde varias perspectivas:
Histórica: el “star system” de Hollywood clásico, cómo se fabricaban las estrellas en estudios como MGM o Warner.
Sociológica: la diferencia entre ser actor/actriz de prestigio (un “intérprete”) y ser estrella (un “rostro público” que vende entradas).
Psicológica: la presión de la fama, la construcción de un personaje público que muchas veces eclipsa a la persona real.
Contemporánea: cómo ha cambiado la idea de estrella en la era de las redes sociales y el streaming (ya no hay estrellas como antes, sino influencers, marcas personales y fenómenos virales).
Sobre la visibilidad de los actores:
Antes había un aura de inaccesibilidad. Una estrella de cine era, precisamente, alguien lejano, casi inalcanzable, que se mostraba en la pantalla y en algún reportaje cuidadosamente diseñado por los estudios. Hoy, en cambio, la “estrella” está expuesta constantemente: entrevistas, redes, directos de Instagram… Se ha perdido el misterio. En ese sentido, mi idea de que los actores deberían estar más protegidos, incluso aislados, para cuidar su arte me parece muy válida. No solo por preservar la mística, sino porque ese desgaste continuo de exposición puede afectar a su capacidad de trabajo emocional.
La accesibilidad como doble filo:
Lo que antes era un privilegio (ver a tu actor favorito en pantalla) hoy se convierte en saturación: lo ves desayunando en TikTok, opinando en Twitter o haciendo un anuncio en YouTube. Esa sobreexposición les resta peso simbólico. Y ahí creo que un actor debería ser un intérprete, no una figura de consumo constante.
El trabajo de interpretación como “impostura”:
Ser actor es una forma de impostura consentida. No en el sentido negativo, sino en el de prestarse a ser otro, encarnar emociones que no son suyas, “alquilar” su cuerpo y su mente para que un personaje respire a través de ellos. Ese tránsito —entrar en el personaje, vivirlo, y luego desprenderse de él— es delicado y requiere protección, porque no es un proceso neutro: desgasta, puede confundir límites y puede dejar huella.
Mi opinión personal
Creo que el problema actual es que el sistema industrial (Hollywood, streaming, redes) trata al actor más como “marca” que como “artista”. Y eso, los somete a “las fluctuaciones de los elogios y los odios.
Pienso que debería haber un espacio intermedio: No volver al hermetismo absoluto del star system clásico (porque también había manipulación e irrealidad). Pero tampoco entregarlos a la trituradora de la exposición diaria. Quizás lo ideal sería que el actor volviera a tener derecho al silencio, a no estar obligado a dar explicaciones de su vida privada, a no ser una mercancía de marketing continuo.
En resumen: la idea de aislamiento que propongo, no es un capricho, sino un acto de respeto al trabajo artístico del actor. Tal vez más que aislamiento físico, se necesitaría un blindaje cultural: devolverles la condición de intérpretes en lugar de celebridades. Blindarlos contra la trituradora del aplauso inmediato y del olvido instantáneo. Porque someterlos a las fluctuaciones del “me gusta” y del “ya no me gustas” es tratar a artistas como si fueran yogures con fecha de caducidad.
Cuando un actor se posiciona públicamente en política (o en causas ideológicas muy marcadas) lo que ocurre es que arrastra su personaje hacia su persona pública.
Entonces, en lugar de ver a Hamlet, a un astronauta o a un campesino del siglo XIX, la mente del espectador está contaminada: “ah, este es el actor que apoya a tal partido, que se peleó con aquel otro, que dio aquel discurso en Cannes…”. Eso rompe la magia.
Es como si el actor hubiese permitido que el “ruido” de su vida externa se colara en la “música” del personaje. Y tú lo que quieres, como espectador crítico y como amante del cine, es que el personaje respire libremente, no que sea un portavoz disfrazado. Por eso hay actores que se protegen, pero sobre todo protegen la credibilidad de sus personajes.
Amor DiBó
Instagram: @amordibo
Youtube: @amordibo
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Holaaas. Estoy totalmente de acuerdo. Pero hacer cine es tan caro , que los cineastas y actores y actrices no tienen más remedio que salir expuestos y responder todos tipo de chorradas para publicitar tu película. Y ahí acaba el misterio
2 comentarios:
Holaaas. Estoy totalmente de acuerdo. Pero hacer cine es tan caro , que los cineastas y actores y actrices no tienen más remedio que salir expuestos y responder todos tipo de chorradas para publicitar tu película. Y ahí acaba el misterio
Muchas gracias por tu comentario
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