Se llamaban “George” y “Mildred”. Inicialmente, eran la contrapartida burguesa al trío de jóvenes a los que les habían alquilado el piso superior del edificio en el que ellos vivían en la planta baja. A medida que avanzaban los episodios de Un hombre en casa, se iba poniendo de manifiesto que las carcajadas del público aumentaban cuando entraba en escena el matrimonio propietario del inmueble. No solamente los dos actores que encarnaban a la pareja (Brian Murphy y Yootha Joyce) tenían buena química sino que hacían que la comicidad de la serie se disparase: algo siempre objetivo y mesurable en términos de risas. Así pues, cuando se evidenció que el producto Un hombre en casa, empezaba a estar agotado (las series inglesas tienen la ventaja de concluir antes de que sea perceptible una bajada en la calidad y en la audiencia), la cadena inglesa ITV encargó una serie basada en la pareja. El éxito fue abrumador y los 38 episodios filmados marcan un hito en las series de humor británicas.
DE LA CLASE MEDIA BAJA A LA CLASE MEDIA ALTA
De la misma forma que Un hombre en casa, podría ser considerado como un estudio sociológico sobre la juventud de los años 70 y cómo ese grupo social soportó los cambios que se habían producido desde finales de la década anterior, Los Roper, suponen la traslación de ese estudio al mundo de los adultos y, en concreto, a una familia de la clase media baja que, por un golpe de suerte, habían podido trasladarse a un barrio más acomodado y creían que eso bastaba para reconocerles un nuevo estatus social. De ahí que Los Roper tengan un trasfondo tragicómico: todos los esfuerzos realizados por “Mildred” para ascender en la escala social y vivir acordes con su nuevo emplazamiento, terminaban estrellándose: ni pertenecían a esa clase social (representada por el matrimonio vecino y por su hijo), ni la alta burguesía estaba dispuesta a facilitarles la tarea. En el Reino Unido siempre ha existido un elitismo que ha tendido a estratificar la sociedad. De ahí que, en medio de la comicidad, subsistiera siempre ese trasfondo dramático e incluso hiriente.
La crisis económica e 1973 tuvo, además, un factor desestabilizador en la sociedad británica que se fue acentuando con el paso de los años. Cuando en 1976 se iniciaba la filmación de la serie, el thatcherismo se anunciaba en el horizonte. La clase obrera se enfrentaba a un doble miedo: el de perder las conquistas sociales que había conseguido y el ver interrumpido su acceso a la clase media. Los sindicatos eran todavía fuertes y el Reino Unido era el país europeo que más destinaba al gasto social. El propio “George Roper” recibía una pensión que le posibilitaba llevar una vida de parásito. Gentes como “George” estaban aterrorizados por perder su estatus y proletarizarse, mientras que otro sector del mismo grupo social, la clase media baja, aspiraba a más y quería elevar su posición hasta alcanzar a la clase media alta, formada con la primera revolución industrial y con la irrupción del funcionariado y de los cuadros técnicos de la industria.
En el matrimonio Roper esta dicotomía está representada por cada uno de los cónyuges: “Milred” quiere ser como el matrimonio vecino, los “Fourmile”; a “George”, por su parte, esto le tiene absolutamente sin cuidado, quiere vivir y hacer lo que siempre ha hecho; solamente una idea le repugna: proletarizarse, perder su pensión y tener que levantarse cada día para trabajar.
SEIS PERSONAJES EN DOS DECORADOS
Además de “George” y “Mildred”, la serie se completa con otros cuatro personajes que componen el retablo de la sociedad británica de la época: el matrimonio vecino compuesto por “Jeffrey” y “Ann”, los “Fourmile”, formada por un alto funcionario, snob y engreído, pagado de sí mismo y de su clase, y una amantísima esposa comprensiva, siempre dispuesta a quitar hierro a las situaciones y llevar una vida amistosa y agradable con sus vecinos. Los “Fourmille” tienen un hijo “Tarquin” de ocho años. A estos personajes se une en cada episodio algún otro recurrente. De todos ellos, sin duda, el que muestra mayor comicidad es “Humphrey” (interpretado por Reginald Marsh).
Todas las escenas se desarrollan en la vivienda de una o de otra familia. No hay exteriores, ni otros decorados. Los personajes estaban sometidos a distintas contradicciones: los “Roper” contra los “Fourmile”, pero también, interiormente, la vida de los “Roper” era un continuo enfrentamiento entre los dos cónyuges. Él habituado a una vida rutinaria en la que sólo aspiraba a que nadie le requieriera ningún esfuerzo, ni tuviera que variar hábito alguno. Ella quejándose de no ser contemplada como mujer por su marido y alternando hostilidad e indiferencia hacia él. También aparecían complementariedades: el desaprensivo “Humphrey”, en realidad, era complementario y aliado natural, en su apatía y frivolida, de “George”; las partes femeninas de los matrimonios tendían a establecer vínculos de amistad entre ellas.
A pesar del esquematismo y del juego de contradicciones y complementariedades que se daban en todos los episodios, los giros esperados y las situaciones cómicas previsibles, en ningún momento cansaron al espectador. Los guionistas siempre supieron introducir gags que, quizás, interpretados por otros actores, hubieran tenido menos gancho, pero que Brian Murphy y Yootha Joyce sacaban adelante con una maestría difícilmente igualable.
DOS ACTORES DE LARGA TRAYECTORIA
Brian Murphy y Yootha Joyce serán siempre recordados por sus papeles en Un hombre en casa y en Los Roper, pero cuando sus nombres y rostros se popularizaron internacionalmente, ambos tenían a la espalda cuarenta años de trabajo en el teatro y ante las cámaras. Murphy era actor especializado en papeles cómicos. Había hecho poco cine y menos televisión y la mayor parte de su carrera discurrió en el teatro. Después de esta serie el éxito le acompañó en otras producidas en el Reino Unido, pero mucho menos conocidas internacionalmente: Lame Ducks (1984-1985), en algunos episodios de The Bill (1984, Policía de Barrio) y de Last of the Summer Wine (1973.2010).
Más trágica fue la vida de Yootha Joyce, fallecida en 1980 a poco de concluir la serie. Había obtenido cierta fama en el cine británico durante los años 60 participando en cintas dirigidas por Fred Zinnemann y Albert Finney. Compartió con Murphy, la fama y la consagración definitiva en las dos series que protagonizan juntos. Ambos, en 1979 ya habían manifestado su intención de no renovar contrato para poder dedicarse a otras producciones que les llegaban. De ahí que la serie concluyera ese año. Sin embargo, los Roper siguieron apareciendo como matrimonio cómico en los teatros. Seguramente, su éxito habría durado bastantes años mas de no ser porque Yootha arrastraba desde hacía una década un alcoholismo crónico que finalmente, en 1980, desintegró prematuramente su hígado.
CAPÍTULO DE RECOMENDACIONES
La comicidad de la serie es extrema y de una intensidad superior a su precedente, Un hombre en casa. Así que los que se divirtieron con la matriz, repetirán experiencia con este spin-off. También hará las delicias de quienes amen el humor inglés, clave en la que están formulados todos los gags. Los críticos con la familia burguesa, verán en cada escena argumentos para reafirmarse en sus ideas y quienes tengan curiosidad por saber cómo era la vida de los distintos estratos de la clase media británica entre la gran recesión económica mundial de 1973 y el ascenso de Margaret Tatcher al poder, encontrarán en esta serie material de primera mano. Y, claro está, una serie recomendable para todos los que hagan de la risa su principal forma de ocio.
FICHA:
Título original: George an Mildred
Título en España: Los Roper
Temporadas: 5 (38 episodios autoconcluidos)
Duración episodio: 30 minutos
Año: 1976-1979
Temática: George y Mildred, matrimonio burgués británico, formado por un parásito y una muer con deseo de promoción social, se han trasladado a un nuevo barrio más lujoso y aspiran a copiar los usos y costumbres de ese nuevo entorno.
Género: Comedia de situación
Subgénero: Vida urbana.
Actores principales: Brian Murphy, Yootha Joyce, Norman Eshley, Sheila Fearn, Nicholas Bon-Owen, Avril Elgar, Reginald Marsh.
Lo mejor: estudio sociológico de la burguesía de los 70.
Lo peor: en algunas ocasiones la comedia cae en el esperpento.
Puntuación: 7
Intrucción en castellano:
¿Cómo verlo?: Algunos episodios pueden verse en youTube en versión original. Están a la venta en DVD y BlueRay dobladas en castellano. También pueden bajarse mediante programas “peer two peer”.
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