Se filmaron apenas 30 episodios en aquel increíble año de 1968. Fue una serie inglesa que llegó poco después a España. No antes del Massiel en Eurovisión (marzo de 1968) ni después de Mayo del 68 en París. El nombre de Némesis corresponde a la diosa griega que castigaba especialmente a los hijos que no obedecían a los padres, diosa también de la venganza, la solidaridad y la fortuna. Ninguna cómo ella era tan oportuna en la segunda mitad de los 60.
Causó un cierto impacto que se hubiera prolongado de haber permanecido en antena, pero que un buen día desapareció y nadie nos dio explicaciones de qué había ocurrido. A diferencia de en otros países, en los que la serie ha sido repuesta con cierta frecuencia, remasterizada y reeditada en DVD, en España jamás se volvió a ver, si bien en la actualidad la totalidad de la serie puede verse en youtube traducida al español latinoamericano. Y todavía hoy, la serie tiene un punto sorprendente.
ENTRE EL RETORNO DE LOS BRUJOS Y 007
Situémonos en la serie: una agencia de seguridad internacional, radicada en Ginebra (antigua sede de la Sociedad de Naciones) velaba por la “paz mundial”. Era algo parecido a lo que es (o debería ser) la UNESCO para la cultura o la UNICEF para la infancia: una agencia de las Naciones unidas destinada a combatir contra villanos algo particulares y, por tanto, compuesta por agentes secretos no menos particulares que tienen como rasgo diferencial el disponer de ciertas habilidades parapsicológicas.
Ahora, situémonos en aquel tiempo: por una parte la guerra del Vietnam ensombrecía diariamente la actualidad. Por otra, en las librerías de toda Europa, un libro estaba presente desde hacía un lustro y seguía en la listas de más vendidos: El Retorno de los Brujos, de Louis Pauwels y Jaques Bergier, que renovó el interés por la magia, el ocultismo y, especialmente, por la parapsicología. En España, algunos espíritus inquietos tanteaban la posibilidad de fundar una revista que tocara todos estos temas y que se retrasó hasta 1972, pero Editorial Plaza & Janés ya había lanzado Horizontes, inspirada en el citado libro. Y, en lo que al cine se refiere, Sólo se vive dos veces (1967) y Al Servicio secreto de Su Majestad (1969) acababan de renovar y confirmar el éxito de las cuatro entregas anteriores de la serie 007.
Así pues, tenemos un panorama internacional tenso en el que “el mundo libre” competía con el “mundo comunista”, con 007 siete y la parapsicología como productos que acaparaban la cultura pop. Los guionistas y el creador de Los invencibles de Némesis, se limitaron a realizar una síntesis con estos elementos.
UN ARRANQUE ARQUETÍPICO
Los tres protagonistas de Los invencibles de Némesis son destinados a una misión en un territorio remoto. Están al servicio de las Naciones Unidas. Pero el avión que debería llevarlos hasta el lugar previsto se estrella en el Tíbet dominado por los comunistas y tierra de magia y misterio. Es la Shangri-La descrita en la novela de James Hilton, Horizontes perdidos (llevada al cine en 1937 por Frank Capra y en 1973 por Charles Jarrott). Allí los tres agentes reciben entrenamiento en habilidades parapsicológicas que los hacen radicalmente diferentes a cualquier otro espía o agente secreto de la época. Se hacen diestros en telepatía (comunicarse a distancia a través de la mente), precognición (prever acontecimiento), aumentan sus cinco sentidos y su capacidad cerebral y sus capacidades físicas se sitúan a poca distancia de los superhéroes de la Marvel. Así que, con todo este bagaje, abandonar el lugar, cumplen la misión encargada antes del accidente aéreo y protagonizan otras muchas en los lugares más variados de la tierra.
Sus enemigos son los malvados de la época: los comunistas chinos por un lado, los nazis que se han establecido en Iberoamérica. Los tres agentes, por cierto, mantienen sus capacidades en secreto, ni siquiera su jefe –un tal Tremaine- está al tanto. A pesar de que no logra explicarse tanta eficacia, no logra obtener respuestas convincentes sobre cómo han resuelto tal o cual misión. De hecho, los tres agentes no controlan inicialmente todos sus poderes, van aprendiendo a hacerlo sobre la marcha. Incluso se sirven de ellos para encontrar objetos que han perdido. Pero siempre procuran mantener esas capacidades inconfesables en secreto.
LOS PERSONAJES Y SUS PROTAGONISTAS
Además de los tres agentes, la serie cuenta solamente con otro protagonista fijo, “W.L. Tremayne”, el jefe de la agencia Némesis. Se trata de un tipo inquietante, provisto de una barba de intelectual existencialista tras la que reconocemos a Anthony Nicholls, conocido actor de la filmografía británica de postguerra que multiplicó también sus apariciones en televisión en series como Los Vengadores (1963-1968) o El Santo (1963-1966). Es curioso que la primera película en la que representó un papel relevante –The Hasty Hear (1949)- lo hiciera junto a Ronald Reagan.
Los tres agentes protagonistas eran Stuard Damon que interpretaba a “Craig Stirling”, actor norteamericano hijo de judíos rusos antibolcheviques emigrados, “William Gaunt” (agente “Richard Barrett”), de expresión entre inquietante e infantil, con unos ojos particularmente expresivos, y, sobre todo, Alexandra Bastedo (“agente Sharron Maccready) verdadero icono sexual de los 60, inglesa y vegetariana tenía antecedentes franco-germano-italianos por parte de madre y holandeses-canadienses-hispanos por parte de padre. Parecía estar predestinada a una serie en la que fuera “agente de un servicio internacional”. Cortejada por Omar Sharif y por Steve McQueen, sus apariciones en prensa en los años 60 y 70 fueron más por causa de sus amoríos que por sus apariciones en el cine. Luego escribió varios libros que alcanzaron cierta fama y fue espaciando sus apariciones en la pantalla dedicándole a asociaciones de protección de los animales. Falleció en 2014.
VALORACIÓN Y RECOMENDACIONES
La serie, en tanto que producto de síntesis no ensayado hasta ese momento, atrajo el interés de la audiencia, un interés muy superior al que puede inspirar hoy. Existían limitaciones presupuestarias y no siempre los decorados y las situaciones eran creíbles o estaban correctamente diseñados. La serie podría ser definida como de “ciencia ficción”, pero también de “espionaje”, “parapsicología” o “thriller de aventuras”, sin ser una cosa ni lo otro, era, simplemente un producto ecléctico entre todos estos géneros que impactó momentáneamente a las audiencia, pero que no pasó de 30 episodios precisamente por las limitaciones económicas.
La serie puede interesar a los que sienten pasión por los géneros que la integran, pero los amantes de las películas de espionaje, al igual que los amantes del género fantástico o los aficionados a los thrillers, tras verla, posiblemente, se queden insatisfechos. Ahora bien, la serie es el reflejo de una época: no puede entenderse hoy, sin atender a los productos de la cultura pop de la época y las necesidades que nos querían transmitir, y una en especial: la “paz mundial” que en Occidente suponía vencer a los comunistas y a los odiados nazis. Era la guerra fría y también una secuela del mundialismo cultural que había nacido en 1945. Hoy es una serie de culto para muchos. Especialmente satisfactoria para nostálgicos.
Ficha
Título original: The Champions.
Título en España: Los invencibles de Némesis.
Temporadas: 1 (30 episodios)
Duración episodio: 60 minutos.
Año: 1968.
Temática: Thriller.
Subgénero: Ciencia Ficción - Espionaje.
Tema: Una agencia de inteligencia internacional radicada en Ginebra y que cuenta con profesionales de distintas nacionalidades vela por la paz mundial
Actores: Alexandra Bastedo, Stuart Damon, William Gaunt, Anthony Nichols.
Lo mejor: La presencia de Alexandra Bastedo
Lo peor: Síntesis poco creíble de distintos géneros.
Puntuación: 7
Trailer (en inglés): https://youtu.be/K3cPxVsK_ko
Episodio piloto (en castellano):
Episodios (en castellano):
¿Cómo verla?: Pueden verse en Yotube en versión original, en VOSE y en traducidos al castellano
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