1. "He ingresado el dinero en el banco, te llegará en cualquier momento". Dícese aprovechando que las transferencias de una entidad bancaria o otra que no sea de su red, tardan tres días, lo que, aprovechando el fin de semana, prácticamente da una semana al mal pagador para mantener incólume su aire de solvencia. Normalmente, cuando te dan esa excusa, el dinero ni está ingresado, ni siquiera existe.
2. "Envíame otra vez la factura que no la he recibido". Las empresas se escudan en que tienen uno o dos días de pago al mes. Si la factura no ha llegado ese día, tienen quince días de plazo para abonar la factura. Habitualmente, la factura está en su poder desde hace semanas, sólo que no están dispuestos a abonarla, así que la excusa es que no la han recibido. Internet ha hecho mucho daño a esta excusa dada la inmediatez con que cualquier documento puede enviarse.
3. "Estoy esperando una remesa para pagarte". Que equivale a decir: "no te puedo pagar porque no me han pagado a mí antes". En realidad, esta excusa indica poca solvencia, la mínima para seguir haciendo negocios con ese cliente. Esta es la excusa tras la que se atrincheras rostros marmóreos de los cinco continentes.También equivale a decir: "Claro que tengo pasta, pero no te la voy a dar a tí ahora que se acercan las vaciones de semana santa o el puente de la constitución, mamón".
4. "Te abonamos la factura a finales de julio". Excusa de lo más profesional que consiste en mantener viva la esperanza del cliente en que tendrá su dinero el día de pago en julio. Que habitualmente es el 30. Sin embargo, el 30 o bien no responde al teléfono o la secretaria dice que no está. Al día siguiente empiezan las vacaciones y ya se sabe que agosto es un mes muerto para todo. Luego, hasta pasado el 11 de septiembre las empresas no recuperan el ritmo de trabajo... y el día de pago pasa al 20 de septiembre, con suerte. Una excusa que retrasa el momento fatídico del pago dos meses inapelables de una sola tacada.
5. "Nosotros facturamos a 90 días". Peligrosa frase que, cuando se oye, equivale a echar mano al sable de abordaje. Algún ingenuo poco avisado y sin poca experiencia en el noble arte del escaqueo, puede pensar: "Bien, me pagan a los 90 días". Error: no confundir jamás "pago", con "facturación". A los 90 días, a usted le dan un papelito -la factura- en donde le dicen que le pagarán ¿a 60 días? ¿a 90 días? ¿el día del juicio final? Tal es la única duda, la certeza sin embargo es que usted, a 90 días, no cobra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario