sábado, 17 de diciembre de 2016

El precio de lo gratuito: todo en Internet tiene un precio


“El producto on line no es un contenido… el producto on line es usted” o “Los pensamientos y los deseos que expresamos son seguidos en la red, seguidos y comercializados en busca de beneficio”. Así empieza este documental emitido en España con el nombre de El precio de lo gratuito y que es la tercera parte de The virtual revolution, una serie de cuatro entregas destinada a definir el espacio y los riesgos de Internet. La pregunta que subyace cuando termina la serie, es decir, cuando ya estamos alertados sobre los riesgos de Internet, es si “podemos zafarnos de los riesgos que entraña”. 

¿EXISTE EL ANONIMATO EN INTERNET?

Existe para hackers y para hackers de alto nivel, existe para especialistas en encriptación, no para usuarios de programas de encriptación, existe para delincuentes informáticos y para los grandes servicios de seguridad: pero para usted y para mí, modestos conocedores de las nuevas  tecnologías, usuarios discretos de la red, es algo que está fuera del alcance de nuestra mano, incluso aun cuando pongamos especial énfasis en ocultar datos sobre nosotros mismos. El documental se pregunta: “¿Cómo se sentiría usted si alguien leyera su diario íntimo?”. Como violado o algo similar ¿verdad? Bueno pues cualquier dato sobre sus gustos que usted revele en la red está al alcance de quien esté dispuesto a pagar por él. Si usted ha mencionado en algún twit un determinado libro sobre un tema concreto, interés por algún producto farmacéutico o de parafarmacia,  lo más probable es que a partir de ese momento, tanto en Twiter como en Facebook empiece a aparecer publicidad reiterada sobre ese producto. Ese pequeño detalle índice que alguien está “leyendo su diario”. Y lo hemos comprobado todos. Es el pago de lo gratuito.




Cada día damos información sobre nosotros mismos a una escala increíble. Cada día 100.000.000 de personas realizan una consulta a través de Google, se suben 6.000.000 de fotos o de clips, 350.000.000 de personas entras en varios millones de blogs gratuitos… pero lo de “gratis” es una ilusión. En realidad, lo que ocurre es que Google, cada día, recoge toda esta información para realizar publicidad perfectamente dirigida y afinar los perfiles de los usuarios. No nos alarmemos: prefiero recibir en mi perfil de facebook información sobre productos antes que abrir mi correo electrónico y tener una carpeta de Spam repleta de productos que jamas me han interesado o ver decenas de anuncios en TV cuando intento ver el final de una película. Así que no nos alarmemos. 

El problema viene porque nadie nos garantiza a quién van a parar todos los datos que componen ese “diario íntimo” y qué uso se le ve a dar. ¿Será siempre publicitario? ¿No habrá en algún momento –sino ahora– un interés por lograr un control social? Podemos pensarlo legítimamente a la vista de que no todo el mundo es “bueno”. Así que no está de más tomarse en serio este tema. Piénselo: le sigue una legión de cookies y no es usted el que se las va a comer. Se lo pueden terminar comiendo a usted.

EN EL COMIENZO FUE UNA PIZZA

En 1994, Pizza Hut fue pionera del comercio en la red: se llamaba Pizza Net. Hoy es normal pedir una pizza por Internet pero en 1994 se tomó con escepticismo. Nadie sabía si el comercio on line funcionaría. Los científicos que habían creado Internet querían compartir información, pero no estaba claro que pudiera servir para ganar dinero, ni para la publicidad. No tenía nada que ver con el dinero. En 1994 el congreso de los EEUU levantó la prohibición a comercial en la red. Las empresas entraron a raudales. Amazon tomó la delantera con los libros primero y luego con televisores, alimentos y ropa. El uso de la red aumento un 2.300% al año desde 1994. No se conocía nada que hubiera crecido tan deprisa. A partir de aquí el espacio gratuito y libre se convirtió en una forma de negocio. 


Entre 1995 y 2000 se registraron más de 20.000.000 de dominios .com. Internet se convirtió en una nueva revolución industrial. A principios del 2.000 el Nasdaq perdió un cuarto de su valor, de fundieron 3.500 millones en acciones durante la crisis de las .com. La gente se había sobreexcitado.  

Solo en 2009 ingreso 6.000 millones en beneficios publicitarios, no solo haciendo llegar información a sus usuarios, sino vendiendo datos personales sobre sus clientes. Google es hoy una agencia de publicidad por encima de cualquier otra cosa. El coste de los servicios ofrecidos por Google es bajo: es un verdadero monopolio de búsqueda, sin que los costes repercutan en el usuario. Los ingresos de 200 dólares por segundo en cada centro de datos de la compañía, que obtenía Google en 2010, proceden de la publicidad.

Inicialmente, los fundadores de Google pretendían crear un instrumento para poder seleccionar páginas de entre todo el material que nos encontramos en la red. ¿Cómo encontrar lo que estás buscando? Y cómo ordenar de mayor importante a menos importante las búsquedas. Google se benefició de la explosión de las .com a finales del milenio. Su algoritmo, a medida que aumentaban los usuarios, aumentaba su eficacia. El problema fue que, a medida que iban creciendo los usuarios los pequeños costes se hacían cada vez más gravosos. No querían financiar su motor de búsqueda mediante publicidad (como hacía Yahoo, Terra o cualquier otro “buscador” de la época) querían ir más allá. Google no tenía en 1998 absolutamente nada de publicidad.

Se desestimó cobrar por búsqueda pero se dieron cuenta de que podían utilizar su motor de búsqueda para revolucionar el mundo de la publicidad. Simplemente, al buscar algo, revelamos algo sobre nosotros mismos. Es así se simple: si buscamos algo, alguien nos lo puede ofrecer. Google nos los coloca en nuestro monitor. Así surgió el sistema Adwords.



VALORACON Y RECOMENDACIONES

Vale la pena ver el documental especialmente por parte de los usuarios compulsivos de Internet. Alerta sobre el mecanismo de Google, especialmente, porque Google va camino de quedarse el monopolio de publicidad en la red. No es un documental conspiranoico ni paranoico, ni alarmista, ni repleto de tópicos. Explica, simplemente, que el producto no es el contenido, sino que el producto eres tú, quien mira el contenido, cuántos más datos reveles sobre ti mismo, más vales como producto para otros. El documental plantea si es aceptable que cualquier email sea scaneado leído y acompañado por publicidad en la página de Gmail o de Google a través del que lo envía. El servicio gmail es gratuito, pero se está emparejando su correo con productos que el algoritmo establece que puede ser interesante para usted. Así que ya sabe lo que se juega: ser transparente para Google y para quién pague a Google por sus datos.


Documental interesante, sencillo de ver, rápido, lineal y didáctico. Estaríamos tentados de decir que debería verlo todo usuario de Internet (que, antes o después, termina siendo usuario de Google), pero no diremos tanto: es interesante para quienes quieren conocer otro de los mecanismos de la modernidad y saber lo que está en juego. Estos temas no interesan necesariamente a todos los usuarios de la red, sólo a los más conscientes de que del uso de la red pueden derivar riesgos. Si le gustan los documentales ponderados que le ayuden a entender su época, debe necesariamente verlo. Si quiere tener una visión más clara de los mecanismos de Internet, también. Si quiere entender por qué los servicios de gmail, la agenda electrónica, el buscador, el driver, blogger, maps, youtube, biblioteca, alertas, Google+ y muchos más, son gratuitos, este documental le facilitará la explicación. No es un documental sobre Google, sino sobre el comercio electrónico: sin embargo, hoy el comercio electrónico no puede entenderse sin Google.



FICHA:

Título original: The virtual revolution
Título en España: El precio de lo gratuito
Duración episodio: 58 minutos
Año: 2010
Temática: el precio que pagamos por tener un Internet gratuito es elevado e incluso arriesgado. El documental pasa revista a los orígenes del comercio electrónico y el papel de Google en la transformación del cliente en objeto. 
Género: Documental.
Entrevistados: Aleks Krotoski (presentadora), Tim Berners-Lee, Stephen Fry, Bill Gates, Jeff Bezos, Al Gore, Steve Wozniak, Mark Zuckerberg, Biz Stone, Martha Lane Fox, Chad Hutley
Subgénero: Social.
Director: Ruseel Barnes
Lo mejor: la claridad en la exposición.
Lo peor: destila cierto conformismo.
Puntuación: 7
Documental completo: hhttps://youtu.be/9CghMhaNdZI
¿Cómo verlo?: Puede verse gratuitamente en el enlace indicado. 

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