jueves, 22 de diciembre de 2016

Divorce, casi una secuela de Sexo en Nueva York


La serie contiene lo que promete su título. El problema es que los divorcios se han visto muchas veces en la pantalla grande. El que apenas haya aparecido en series televisivas, no implica otorgar a esta serie mucha originalidad. Este es el principal problema que tiene esta serie y por lo que cuesta abordarla. Sin embargo, a poco que se mira el tráiler aparece la figura de Sarah Jessica Parker cuyo rostro ha quedado unido a aquella otra serie extinguida hace ahora algo más de 10 años: Sexo en Nueva York y que contó con el apoyo de las audiencias. Divorce ¿es una prolongación de aquella serie?

LA VIDA DE LA MUJER AMERICANA A LOS CINCUENTA

Hubo un tiempo en que cumplir años suponía adquirir sabiduría. Por eso los ancianos eran respetados desde el neolítico hasta no hace mucho: más edad, más sabiduría. Ahora, con cambios generacionales trepidantes y continuos, esto ya resulta mucho menos evidente. Las personas de más de 60 años se formaron en una sociedad que no tiene nada que ver con la que conocieron sus hijos. Ni siquiera el mundo que conocieron personas que hoy cuentan con 40 años es como el que vieron en su infancia. Y esto vale también para la concepción de la familia. Vivimos en el tiempo de la obsolescencia programada. Las bombillas que antes se fabricaban para durar eternamente ahora apenas lo hacen 1.500 horas y si vienen de China, aún menos. A los matrimonios les ocurre lo mismo. Los estudios endocrinos indican que la pasión dura cuatro años, como máximo, a partir de ahí, el tiempo de más que una pareja vive en común, puede considerarse como un récord. 



Hasta el siglo XIX, la gente se unía en matrimonio para fusionar patrimonios, para obtener una descendencia sana (eran particularmente apreciadas mujeres de caderas anchas de las que se decía que podían obtener hijos más fuertes y con más facilidad) o, simplemente, por conveniencia. Era frecuente que el marido o la mujer, tuvieran, por una parte, a la pareja y a los hijos y por otra a los amantes. Procreación y placer estaban tan distanciados como Démeter (dios de la familia) de Afrodita (diosa del placer). Luego vino la “revolución sentimental” del siglo XIX y apareció la idea de “amor conyugal”: era el amor lo que debía de ser el cimiento para el matrimonio. La ida se mantuvo mientras la sociedad burguesa gozó de buena salud, pero en los años 60, la aparición de la “revolución sexual” le asestó un duro golpe. Así se inicia el período actual.

Esta serie trata de una mujer que ha cumplido cincuenta años de edad, sus posibilidades de atracción sexual van disminuyendo (y ella y sus amigas son conscientes de que cada día de pasa pierden puestos en relación a mujeres más jóvenes en la escala de atracción sexual para varones) y ya no recuerdan exactamente cuáles fueron los motivos sentimentales por los que se unieron a su pareja. La repetición ha restado interés a la relación sexual con su pareja y la cotidianeidad ha generado cientos de pequeños problemas que hacen incompatible la vida en común. El divorcio es la vía de escape. Tal es el drama, no solamente de “Frances Dufresne (Sarah Jessica Parker”), y de su marido, “Robert Dufresne” (Thomas Haden Church), sino de millones de parejas norteamericanas.

LO QUE VA DE SEXO EN NUEVA YORK A DIVORCE

Candance Bushnell refundió en 1997 los artículos que había escrito en The NewYork Times sobre la vida de las mujeres neoyorkinas. De ahí salió la serie Sexo en Nueva York (1998-2004) cuyo mensaje fundamental era: “no se apure si no encuentra su media naranja; es lo normal: no existe”. Las protagonistas eran cuatro mujeres de entre 30 y 40 años, sexualmente activas pero que no logran estabilizar ninguna pareja. La serie fue considerada como de lo más “cool” en su época. Han pasado 10 años. Y Divorce nos muestra a una de las actrices protagonistas (Sarah Jessica Parker, alias “Carrie Bradshaw”), convertida ahora en esposa diavorciable.


Obviamente la elección de la actriz para asumir este papel no ha sido casual. Se pretendía establecer una nexo entra las dos series. Si en Sexo en Nueva York el leit-motiv era lo impermanente de las relaciones entre hombre y mujer (nunca duraron más de un capítulo), en Divorce se muestra lo que ocurre unos años después de contraído el matrimonio. La pregunta que se formula la protagonista en el primer capítulo es “¿Cómo se pasa de un matrimonio feliz a disparar sobre el cónyuge?” y la salida es: “Cuando se tienen 50 años todavía existe una segunda oportunidad”. ¿Solución? El divorcio.

La serie está concebida como una comedia de situación familiar, por mucho que el mensaje central sea la ineluctable ruptura de la pareja. Tiene altibajos, pero, sobre todo, tiene el aroma del dejá vu. En efecto, son muchas las veces que un divorcio se ha visto en la pantalla: hemos contado más de cien… De ellas, los mayores de 45 años recordarán sin duda La guerra de los Rose (1989). Así que mejor no esperar nada nuevo de esta serie. Quizás lo único sea prolongar algo que en el cine se ha resuelto en un máximo de 120 minutos en una serie de 300 minutos fraccionada en 10 entregas. Esto es todo.

DOS INTERPRETACIONES RELEVANTES

Desde Sexo en Nueva York, Jessica Parker no ha hecho mucha televisión, ni tampoco películas particularmente relevantes (dos secuelas de la serie que le dio fama y cinco películas que no le han aportado mucha fama que digamos). Su carrera parecía haberse embarrancado y su vida transcurría plácidamente junto a Matthew Broderick, su marido desde 1997. En esta serie revive protagonismo pero en una situación completamente distinta: ya no es una mujer de éxito en busca de plan con el que cerrar el día, sino una madre de familia pillada en la trampa del matrimonio cuando ya se ha extinguido el amor y solo quedan los hijos como nexo de unión. Vale la pena verla en esta nueva travesía. A la Parker parece irle el papel de mujer perpetuamente decepcionada por los hombres y quizás el error en su carrera haya sido quedar encasillada en dicho rol del que, tras Divorce, le va a ser todavía más difícil salir.


La réplica le viene dado por Thomas Hadem Church, actor que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el cine, exceptuando su papel en los 172 episodios de la serie Wings (1990-1997) que no recordamos haya sido estrenada en España. Su papel protagonista en Entre copas (2004), le dio fama mundial y, de paso, se cubrió de premios y nominaciones. Actor versátil, en esta ocasión pasa del drama a la comedia en un abrir y cerrar de ojos. Representa al marido que no es completamente consciente de que la vida en común se está convirtiendo en un infierno y que, cuando su mujer le despierta del sueño de lo anodino, tiene reacciones contradictorias.

La serie es entretenida, amena, pero no logra superar el escollo que supone lo “ya visto”. Vale para una noche en la que uno no sabe exactamente qué ver y precisa tener 30 minutos en los que sonreirá de tanto en tanto, no le aburrirá, le distraerá, cerrará  el televisor y la olvidará.

Sería mucho decir que es una serie que deberían ver parejas que están en situación similar. No les ayudará, desde luego, a resolver su problema, ni siquiera a percibir la dimensión del mismo. Tampoco es una serie que pueda satisfacer plenamente a los que han venido alimentando su tiempo de ocio con otras sit-com. Ésta tiene el listón del humor más relajado y, sin duda, situado a medio camino entre la comedia y la tragedia. Los que siguieron Sexo en Nueva York y que terminaron siendo fans de la Parker quizás sean los que mejor digieran esta serie. A fin de cuentas, Divorce es la moraleja que le faltaba. 



Ficha

Título original: Divorce.
Título en España: Divorce.
Temporadas: 1 (10 episodios)
Duración episodio: 30 minutos
Año: 2016.
Temática: Comedia de situación.
Subgénero: Familiar.
Tema: Un matrimonio que lleva diez años casados sufre el desgaste del tiempo y se plantea el divorcio como forma de ensayar una nueva vida.
Actores: Sarah Jessica Parker, Thomas Haden Church, Molly Shannon, Talia Balsam, Tracy Letts, Sterling Jerins, Charle Kilgore
Lo mejor: la actualidad del tema.
Lo peor: un tema muy visto en el cine
Puntuación: 6
Trailer (subtitulado en castellano): https://youtu.be/gE2O9FwwnKc
Web oficial (inglés): http://www.hbo.com/divorce

¿Cómo verla?: Puede verse en HBO.

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