sábado, 19 de noviembre de 2016

Expediente X, entre la conspiranoia y la ufología


Hay series que aparecen justo en el momento oportuno para convertirse en “históricas”; de haberlo hecho algo antes o poco después, habrían pasado desapercibidas y, acaso, ni siquiera hubiera superado la segunda temporada. Tal es lo primero que puede decirse de Expedientes X, una serie cuya irrupción coincidió en los tiempos en los que la parapsicología, el estudio de los ovnis y de supuestas o reales civilizaciones extraterrestres, estaba en su punto álgido (la revista Mas allá tiraba en aquellos momentos en torno a los 100.000 ejemplares y Año Cero no le iba a la zaga). Solo unos años antes, el interés por lo normal se centraba en la magia, la astrología, el hermetismo o la alquimia. Después de que se extinguiera el ciclo de los Expedientes X (que se prolongó entre 1993 y 2002), la ufología dejó de interesar a la opinión pública y se mantuvo como patrimonio de grupos muy reducidos. Así mismo, en esa época, los “contactados” (gente que decía tener comunicación regular con extraterrestres) vieron como disminuía radicalmente su público. Resumiendo, podríamos decir que el período en el que se prolongaron los Expedientes X constituyó el período dorado de la ufología.




Hay que recordar que la serie varió extraordinariamente de las dos primeras temporadas a las que siguieron. En las primeras, en efecto, los episodios eran autoconcluidos: en cada uno de ellos se abordaba un “caso” criminal que siempre tenía que ver con el mundo de lo paranormal que concluía a los 44 minutos de emisión para no tener nada que ver con el que se emitiría una semana después. Los episodios de esas primeras temporadas solían aludir a los distintos aspectos de la parapsicología, la hipnosis, las sectas, etc. La única constante que se repetía invariablemente era el escepticismo de la “agente Scully” y la apertura de miras de su compañero “el agente Mulder”. Eso era todo. Sin embargo, a partir de la tercera temporada las cosas cambiaron –algo que ya se insinuaba en la segunda– y la trama principal se desplazó hacia la ufología. La evolución no se detendría ahí. En las temporadas siguientes ganaría cuerpo la idea de que las “autoridades” norteamericanas –o al menos una reducida élite– conocían la presencia de extraterrestres pero se confabulaban para mantener oculta la información. Y este fue el hecho capital: la serie realizó un tránsito de la parapsicología a la ufología y de ahí, en un salto final, pasó a la conspiranoia. 

Con el paso del tiempo, la serie se convirtió en cada vez más brumosa, retorcida e inextricable, fue perdiendo su frescura y también reduciendo el número de sus devotos seguidores. Al final ya era completamente imposible saber qué estábamos viendo, qué ocurría y que lógica tenía toda aquella tenebrosa conspiración que, a medida que avanzaba la trama se volvía más y más inextricable. Paralelamente, los dos agentes del FBI fueron abandonando las investigaciones sobre fenómenos extraños que realizaban en la primera y en la segunda temporada y, se fueron convirtiendo en protagonistas de los propios misterios: y más que ellos, sus familiares. Es entonces cuando la búsqueda de Mulder de su hermana desparecida de niña se convierte en obsesiva y cuando el propio padre del agente adquiere cierto protagonismo. 
El tema de la consabida hermana se resuelve en la séptima temporada que reporta otra satisfacción para los admiradores morbosos de la serie: después de seis años de indecibles penalidades juntos y de haber practicado cada uno de ellos por su parte una abstinencia absoluta de relaciones sexuales y sentimentales con terceras personas, finalmente ocurre lo inevitable: “Mulder” y “Scully” se convierten en pareja de hecho. Pero si alguien esperaba que se le explicara el papel de los extraterrestres y de los que contribuyeron a ocultarlos, desde luego nunca quedó completamente satisfecho. Ni el grupo de “Los pistoleros solitarios” (que se beneficiaron de un spin-of que fracasó), ni el círculo de amistades peligrosas de “el Fumador”, contribuyeron a aclarar los porqués de todo aquel intríngulis absolutamente abrakadabrante. 


Sobre los dos protagonistas cabe decir que la serie tuvo una importancia decisiva en el desarrollo de sus carreras profesionales. De ser un par de actores desconocidos y con un historial previo muy breve, pasaron a ser conocidos internacionalmente. Ninguno de los dos resultaron engullidos por su papel en esta. La “agente Scully”, Gillian Anderson, se reinventó como actriz dramática protagonizando la muy notable serie The Fall (2013). En lo que se refiere a David Duchovny, tras concluir su trabajo en los Expedientes X, aumentó su popularidad en un género completamente diferente protagonizando la serie Californication (2007-2014). Ambos han sido requeridos para filmar la continuación de los Expedientes X, tanto en la pantalla grande (Expedientes X: enfréntate al futuro [1998], X Files: creer es la clave [2008]), como en una miniserie del mismo nombre (2016).

La serie atrajo a distintos tipos de públicos mientras duró. El gran tirón se produjo en las dos primeras temporadas en las que consiguió atraer a una audiencia interesada por los temas paranormales. El impulso fue tal que este tipo de público nunca desapareció completamente, si bien se fue reduciendo, en beneficio de otro tipo de audiencia interesada solamente por los extraterrestres y por las conspiraciones para mantener oculta su presencia en el planeta. Estos últimos pertenecían a espectadores más jóvenes que se fueron enganchando a la serie a medida que ésta progresaba y mientras que los interesados por el otro tema iban desertando. 

Fue de agradecer que algunos episodios se filmaran en clave de comedia, no fueron muchos (apenas un par en cada temporada) pero demostraron que ambos protagonistas se desenvolvían bien y tenían vis cómica en gags humorísticos. Al menos Duchovny tuvo ocasión de mostrar las cualidades que luego le darían protagonismo en Californication. El trabajo de Gillian Anderson fue más complicado y discurrió por otros derroteros. Cuando la vimos en The Fall advertimos que la TV había ganado una gran actriz dramática.


Los episodios estaban filmados según los estándares de las teleseries norteamericanas de mayor presupuesto. Irreprochables desde el punto de vista estético, los problemas que se le pueden objetar a esta serie son, especialmente, argumentales: llegado un momento, a los guionistas se les complicó demasiado la trama y les costaba dar credibilidad y salida a lo que iban narrando. 

Con el paso de los años, la serie fue adquiriendo un interés sociológico: buena parte de sus partidarios, a despecho de la irracionalidad de la teoría conspiranoica, tendían a considerar como “histórica” las maniobras para mantener oculta la presencia extraterrestre en el planeta. Películas como Men in Black (1997) y sus secuelas, Men in Black II (2002) y Men in Black III (2012), son hijas directas de Expedientes X. Variaba el tratamiento del tema (cómico en este ciclo protagonizado por Will Smith y Tommy Lee Jones) pero no la idea final de una conspiración destinada a escamotear a la población la presencia extraterrestre. 

En aquellos años, muchos terminaron asumiendo que lo irracional e improbable era algo normal y daban por descontado que las inteligencias extraterrestres se paseaban como Pedro por su casa por este pobre y esquilmado planeta. Por increíble que pueda parecer, este tema se convirtió en dogma para un sector de espectadores que degustaban esta serie y que jamás pusieron ningún reparo a las enormidades in crescendo que planteaba en cada capítulo.

Serie para creyentes en la existencia de hombrecillos verdes, para quienes deseen comprobar la presencia de lo irracional en la modernidad, es admisible también para aquellos que sienten especial interés por la ciencia ficción. La serie está muy bien elaborada así que cualquiera que aspire a ver una producción de calidad técnica incuestionable, disfrutará con ella.



Ficha

Título original: The X-Files.
Título en España: Los Expedientes X.
Duración episodio: 44 minutos.
Año: 1993-2002 (208 episodios).
Temática: Ciencia Ficción.
Subgénero: Ufología - Conspiranoia.
Tema: Investigaciones de dos atípicos agentes del FBI encargados, inicialmente, de casos paranormales y luego de investigaciones sobre ufología y conspiraciones.
Actores Principales: David Duchovny, Gillian Anderson, Mitch Pileggi, Robbie Amel, Joel McHale, Sheila Larken, Annabeth Gish, Daniela Dib, Aliza Vellani, William B. Davis, Kacey Rohl, Andrew Morgado, Lauren Ambrose,  
Lo mejor: las dos primeras temporadas.
Lo peor: el retorcimiento progresivo hasta lo inextricable de la trama.
Puntuación: 6,5
Web oficial en inglés: http://www.fox.com/the-x-files 
Web oficial en castellano: http://www.foxtv.es/series/fox/expediente-x   

¿Cómo verlo?: Emitido por la Fox. Pueden verse en youTube sin subtítulos, en versión inglesa, comprarse en DVD o conseguirse a través de programas “peer to peer”.

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