martes, 26 de agosto de 2014

Las fiestas... el arte para conocer la Muerte


Las fiestas… el arte para conocer la Muerte

En general hay una necesidad de ver solo las cosas bonitas y queremos ser tutelados para que las cosas que no nos gustan, nadie nos las enseñe, así si se dejan de mostrar las imágenes de que jugar con fuego, quema. De que las guerras, matan. De que cuando hay hambre y no hay comida, las personas mueren... Tendremos la mitad del calidoscopio y nunca sabremos que ocurre detrás del espejo de Alicia en el país de las maravillas.

Las fiestas están al margen de la vida diaria donde transcurren las innumerables variantes de la vida del ser humano. Desde la felicidad a los mayores desastres. Dado que necesitamos un "respiro", las fiestas son la condición sine qua non en que sólo la felicidad debería salir redonda. 

Pues no, es una equivocación, las fiestas se han inventado para visitar el vértigo del lado oscuro de la vida, lo desconocido, el mas Allá... 
Una fiesta que me llama la atención entre miles del panorama español son las de Pamplona: Los San Fermines. 

La Fiesta donde todos saben que pueden morir. Si vas a los San Fermines  debes asumir los riesgos.  Vamos, que a la gente le gusta la parte morbosa del espectáculo y esta es una de ellas. Si vas a los San Fermines sabes a lo que te arriesgas. 

Un corredor experimentado dice: "Soy consciente de lo inconsciente pero me gusta la nobleza de esos animales tan pesados y hermosos. Cuando corro todo es confusión y me dejo llevar por mi instinto, "te conviertes en una mezcla de estómago, corazón y mente". 

Las grandes fiestas y el reparto de pan eran los medios favoritos al que recurrían los emperadores para ganarse al pueblo. En todas las ciudades de cierta importancia habían el anfiteatro, el circo, así como magníficos centros de diversión. 

Una gran parte de los criminales y de los presos de guerra eran destinados a estas luchas sanguinarias. Existían empresas especiales que proporcionaban partidas de gladiadores. La lucha de gladiadores tenía un morbo atractivo por la sangre humana, espectacular y roja, que se derramaba. Estos combates tenían el objetivo de fomentar los bajos sentimientos de los espectadores, como si se tratara de un "divertimento" macabro.

Panem et circenses, el espectáculo en la Antigua Roma.

"Panem et circenses"… pan y circo, describe la práctica de un gobierno que, para mantener tranquila a la población u ocultar hechos controvertidos, provee a las masas de alimento y entretenimiento de baja calidad.  Esta frase se origina en Roma en la Sátira X del poeta Romano Juvenal . La frase en latín de panis et circenses, los políticos Romanos elaboraron un plan para ganar los votos de los pobres. Al regalar comida barata y entretenimiento, los políticos decidieron que esta política de "pan y circo" sería la forma más efectiva de subir al poder.

El origen de estos espectáculos estuvieron más vinculados al rito fúnebre que a la diversión. En la Ilíada se nos cuenta cómo Aquiles organiza carreras y combates en honor del fallecido Patroclo, unos juegos o combates fúnebres que parecían una costumbre en tiempos heroicos.

Un ejemplo en el año 174 a.C., Tito Quinto Flaminio organizó un munus (servicio fúnebre en honor del finado) en Roma que consistió en enfrentar a 74 hombres en una serie de combates singulares que se prolongó durante tres días.

El combate entre gladiadores no dejaba indiferente a nadie. Los mismos intelectuales de la época, como Séneca, Cicerón o Plinio el Joven, veían aspectos negativos y positivos al mismo tiempo. Mientras Cicerón les consideraba “hombres arruinados y bárbaros”, opinaba también que, “cuando se trata de criminales condenados los que luchan con la espada… ninguna lección podía ser más efectiva contra el dolor y la muerte”. Por su parte, Séneca se horroriza ante la muerte del hombre para “el juego y diversión”, pero también ve en los gladiadores un ejemplo de cómo afrontar la muerte con valor.

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