sábado, 24 de diciembre de 2016

Los Vengadores, el estilo británico de los 60


Si hubo una serie británica de culto en los años 60, sin duda The avengers (Los Vengadores) puede reclamar este privilegio con todas las razones. La serie abarca toda la década: de 1961 a  1969. A través suyo se refleja lo más “in” de aquellos momentos de cambio acelerado, incluyendo tendencias en moda Op-art y moda fetichista de cuero y botas negras. Con frecuencia se tiene a Blow Up (1966) de Antonioni como el reflejo del Londres de los sesenta. En realidad, lo que hizo Antonioni fue una simple fotografía de un momento concreto sobre la base de un guión no particularmente sólido. La serie Los Vengadores, por el contrario, estuvo en permanente cambio durante toda la década. Volver a verla hoy supone revivir aquellos cambios. El espionaje es apenas una excusa para la radiografía de toda una sociedad.

ASI ARRANCÓ LA SERIE

En 1960, la cadena británica ABC había lanzado una nueva serie que no renovó para una segunda temporada. Se trataba de Police Surgeon (Médico de la policía). Protagonizada por Ian Hendry que representaba a un médico que trabajaba para la policía inglesa y, de paso,  actuaba contra la delincuencia. El productor ejecutivo, Julian Bond, era un tipo creativo que creía que el personaje podría redondearse mucho más, lo que unido al hecho de que apareciera una disputa por los derechos de autor llevó, a la cancelación de la serie. Bond elaboró el nuevo producto e invitó al que hasta ese momento había sido el “doctor Geoffrey Brent” a protagonizar el nuevo proyecto del que saldría la serie Los vengadores.



El primer episodio de la serie no tiene absolutamente nada que ver con el aspecto que luego tendría. El protagonista era Hendry (“doctor David Keel”) cuya novia resulta asesinada justo cuando iban a casarse. Los asesinos han surgido de un círculo de traficantes de drogas que también son investigados por un agente secreto, “John Steed”. Hasta ese momento el protagonista indiscutible era Hendry y el nombre de McNee ni siquiera aparecía en los créditos de presentación de los dos primeros episodios. Sin embargo, a medida que avanzaba la serie se fue afianzando la presencia del misterioso “John Steed”. El personaje femenino estaba interpretado por Ingrid Hafner que también había participado en Police Surgeon como enfermera del “doctor Brent”. 

PATRICK MCNEE CON HONOR BLACKMAN

En la segunda temporada, Hendry optó por abandonar la serie y dedicarse a la pantalla grande (seguiría en activo hasta 1979 y se le recuerda especialmente por su papel protagonista en Repulsión [1965], segundo largometraje de Roman Polanski). Los productores decidieron dar el protagonismo a “John Steed” flanqueado por un elemento femenino. En cada episodio “Steed” aparecía acompañado, bien por la cantante de un club nocturno “Venus Smith” (Julie Stevens), o por “Cathy Gale” (Honor Blackman), una antropóloga, experta en artes marciales y que solía vestir de cuero. Tenía 30 años, pero rezumaba atractivo y sensualidad. El británico no había visto nada parecido en televisión y pronto se sintió ganado por “Cathy Gale”. La tensión sexual entre ambos protagonistas era evidente pero nunca pasó del mero coqueteo. Por lo demás, los trabajos que realizaban eran por cuenta de alguna rama de la inteligencia británica a cuyo jefe conocían como “Madre”. La sede central era “la casa madre”. Fue en ese período cuando “Steed” se convirtió en el arquetipo y la quintaesencia del “gentleman inglés”: bombín, paraguas enfundado, traje cruzado y gabardina blanca. El traje había sido diseñado por Pierre Cardin. Mientras, la Blackman seguía embutida en sus trajes de cuero que le permitían realizar piruetas en las escenas de lucha. Sus modelitos habían sido diseñados por John Sutciiffe, especializado en ropa fetichista. Así empezó el culto a la serie: los estilos de ambos protagonistas fueron asumidos por buena parte de la sociedad británica, incluso por los más jóvenes.


DIANA RIGG SE INCORPORA A LA SERIE

En 1964, Honor Blackman era una de las actrices más conocidas de la cinematografía británica gracias a su papel en Los Vengadores. Bruscamente, abandonó la serie cuando fue contratada para participar en James Bond contra Goldfinger en el papel de “Pusy Galore”, la piloto personal del malvado. El hueco fue ocupado por Diana Rigg que dio al papel un toque personal completamente diferente a su antecesora, convirtiéndose en “la señora Peel”. A partir de ese momento, el toque erótico de la serie fue subiendo de tono. La protagonista ya no estaba encorsetada en modelos fetichistas, sino que su atuendo respondía a las últimas tendencias de la moda. Elegante, atractiva, más joven que Honor Blackman, bromista, irónica, menos distante que su antecesora, parece haber estrechado relaciones con “Steed”. Era la época de la moda geométrica y el Op-art que quedan abundantemente reflejados en la serie. 

La participación de Diana Rigg tuvo dos fases: en la primera, la serie se filmaba todavía en blanco y negro, en la segunda se pasó al color. Por entonces las televisiones de todo el mundo pagaban precios desmesurados de la época por sus episodios y los productores habían elevado el presupuesto de cada guión. La serie, a partir de su filmación en color ganó en excentricidad. Los argumentos eran cada semana más desmadrados y exóticos que los anteriores. En algunos episodios se roza la ciencia ficción, abundan los científicos locos que generan las invenciones más estrafalarias para poner en peligro la seguridad del Reino Unido. Proliferan también las parodias de series norteamericanas: Misión Imposible (1966-1973), El agente de CIPOL, Batman (1966-1968).

Diana Rigg siguió siendo “Emma Peel” hasta que su paciencia se quebró en la quinta temporada. Se quejó de que en la primera tenía una nómina inferior al cámara. Fue la aceptación de la serie en los EEUU lo que aumentó su caché. Cuando Albert Broccoli, el productor de la serie 007 le ofreció ser una nueva “chica Bond” en 007 al Servicio Secreto de su Majestad (1969), siguió los pasos de Honor Blackman y se despidió de la serie.


TARA KING, LA ÚLTIMA COMPAÑERA DE PATRICK MACNEE

Fue el turno de una chica de apenas 20 años, Linda Thorson, la que asumió la identidad de “Tara King”. Eran los 60, pero soplaban otros vientos. Estamos en 1968. Los jóvenes de entonces ya no eran como los que habían inaugurado la década. Los disturbios de París en mayo de ese año habían y los asesinatos de Sharon Tate por la tribu hippie de Charlos Manson, habían evidenciado cuál era el “lado oscuro” de la época. El atuendo de McNee había dejado de estar asociado a la elegancia para ser una muestra de conformismo social. 

A la Thorson le faltaba experiencia ante las cámaras. Su papel perdió interés para la audiencia. Se le notaba menos compenetración con McNee (que siguió manteniendo relaciones de amistad con Diana Rigg) y la serie empezó a perder audiencia. Los guionistas también notaban que la prolongación de la serie iba agotando sus ideas. De nada sirvió ampliar el protagonismo de “Madre” (Patrick Newel), la serie perdió vertiginosamente audiencia y en 1969, la productora decidió suspenderla. 


VALORACIÓN Y RECOMENDACONES

La serie había cabalgado durante los cambios de los años 60, pero finalmente esos mismos cambios se la tragaron. De todas formas, sigue ahí, como un testigo y un espejo de lo que fue aquella época. Nunca antes (y nunca después) una serie tendría tal difusión: era vista simultáneamente en 120 países. A través de sus escenas podemos ver cómo era Londres en los años 60: una ciudad extremadamente limpia, poblada casi íntegramente por británicos, lejos de la ciudad multicultural en la que se ha convertido. A pesar de ser una serie de agentes secretos, un verdadero thriller, nunca hubieron muertos ni efusión de sangre, peleas, luchas, heridas, no eran lo esencial, disparos ninguno. Incluso, a partir de la cuarta temporada, cuando “Steed” empezó a conducir un Bentley y luego Rolls Royce, todos de los años 20, se convirtió en una muestra de lo mejor de aquel país. 

Cuando en 1998, Umma Thurman, Ralph Fiennes y Sean Connery protagonizaron la película que llevaba el mismo título que la serie, no hicieron un mal trabajo. El único problema es que todo parecía un arcaísmo, algo de otra época: el espíritu de los 60 había quedado 30 años atrás. Los modelos de los protagonistas ya eran incomprensibles para las nuevas generaciones. El producto no era malo, pero estaba fuera de su tiempo.

La serie, en cambio, tiene todavía un lenguaje particularmente testimonial: los modelos fetichistas de la Blackman, las minifaldas, colores vivos y formas geométricas de la Rigg y la mirada entre pícara e ingenua de Linda Thorson, resumen un tiempo ya lejano. La serie sigue siendo válida para nostálgicos y para sociólogos. Quienes gusten del humor británico tendrán en esta serie porciones no desdeñables. Obviamente no es la única cinta adecuada para conocer el zeitgeist de los 60 (ya hemos hablado de Blow Up, pero también podemos añadir Quadrophenia [1979], Hair [1979] o Help [1965], entre otras), pero desde luego esta serie, además de la época, muestra los cambios que se fueron sucediendo. No es raro que sea considerada como serie de culto por excelencia.



Ficha

Título original: The avengers.
Título en España: Los vengadores.
Temporadas: 6 (161 episodios autoconcluidos)
Duración episodio: 50 minutos.
Año: 1961-1969.
Temática: Thriller.
Subgénero: Espionaje.
Tema: John Steed, funcionario de espionaje acompañado por una seductora compañera se enfrentan a todo tipo de adversarios de la sociedad Británica en los años 60. 
Actores: Patrick McNee, Diana Rigg, Honor Blackman, Linda Thorson, Ian Hendry, Patrick Newell, Ingrid Hafner, Peter J. Elliot.
Lo mejor: el estilo de Patrick McNee para llevar el bombím.
Lo peor: los cambios de coprotagonista femenina.
Puntuación: 8,5
Tema musical (en castellano): https://youtu.be/T-bdMci-IcA
Introducción serie: https://youtu.be/iLRpT9DoAfc
Trailer (en inglés):  https://youtu.be/weNhkiLJpU4
Episodios de la serie (en inglés): 
¿Cómo verla?: Han sido editados en DVD y pueden bajarse por programas P2P.


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