País: EEUU
Duración: 88min. (1h. 28m)
Director: Eddie Alcazar
Guion: Eddie Alcazar
Sinopsis:
Dos hermanos secuestran a un magnate durante su búsqueda de la inmortalidad. Mientras tanto, una mujer seductora los ayuda a emprender un viaje de auto-descubrimiento.
My opinion
La película traslada al espectador en un remoto desierto del futuro. Un planeta árido donde el científico Sterling Pierce (Scott Bakula) se ha dedicado a conquistar la muerte y finalmente ha elaborado un suero de inmortalidad de origen misterioso llamado Divinity. Tras su muerte, su hijo Jaxxon (Stephen Dorff) continúa con su trabajo, fabricando Divinity para las masas, pero con la desaparición de la muerte, la sociedad está instalada en un absurdo. Sin embargo, todo cambia cuando aparecen dos hermanos de otro mundo (Moises Arias y Jason Genao).
El título habla de una droga que promete otorgar la inmortalidad. Aunque la humanidad está en fase de exterminio, se desconocen las causas. La droga eso si, permite “sexuales ejercicios atléticos” hasta la extenuación. Lo curioso, es que el misterio del origen del suero, al estilo Solyent Green, no genera demasiada atención y sorpresa.
Las mujeres de la película “Divinity” de Eddie Alcazar están clasificadas en dos grupos: la mujer madre, y la mujer prostituta. Obviamente unas, con el destino para la creación de vida (no está aceptada la promiscuidad sexual, sino es para seguir creando vida) y las segundas, las prostitutas dedicadas voluntaria o involuntariamente a la promiscuidad sexual (no está aceptado que sean madres, para que no se produzca la metamorfosis del cuerpo y mente por el embarazo y la lactancia). Las mujeres que no han consumido la droga unen sus fuerzas para repoblar el planeta. ¿Gracias a quién? A uno de los hermanos “alienigenas” que mantienen relaciones sexuales porque descubre el “amor”.
El director Alcazar parece que la pretensión con su película, es que sepamos hasta que punto está enfadado con la actual sociedad debilitada por el anhelo de juventud, placer y belleza de forma compulsiva y obsesiva. Una búsqueda de la belleza inmortal como si estuviéramos en manos del Dr. Frankenstein.
Aparte de esta introducción con Divinity me he reído por el guión y la obsesión de los cuerpo fantásticos, robustos, tipo “Michelin”, los hermanos luchando, el recurso de utilizar muñecos con animación stop-motion.
Los dos hermanos alienígenas (Moises Arias y Jason Genao) han descendido de las estrellas porque les ha llamado la atención la deriva del planeta y pretenden enseñar al protagonista, las consecuencias de conectarlo a la totalidad de la droga. Lo convierten en un monstruo agresivo con el cuerpo de Hércules pero la cabeza del Hombre Elefante.
Las imágenes ocasionalmente deslumbrantes del director de fotografía Danny Hiele, notamos que se encuentran sin apoyos y dejándolas caer por diálogos tontos y actuaciones que dejan mucho que desear. La verdad es que la utilización del banco y negro, la composición de las escenas sobre todo en la primera parte, he pensado en el expresionismo alemán.
La música original de DJ Muggs y Dean Hurley.
Película producida por su mentor Steven Soderbergh. Elon Musk aparece en los créditos finales.
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