miércoles, 19 de octubre de 2016

Fargo, crímenes entre analfabetos estructurales


En 1996 se estrenó la película de los hermanos Coen, Fargo. Ese mismo año obtuvo una granizada de premios: 2 Oscars, 4 nominaciones a los Globos de Oro, una Palma de Oro en Canes, seis a los Bafta y así sucesivamente. No hubo segunda parte. Fue mejor: casi veinte años después, la cadena FX encargó una serie basada en la temática de la película. El 15 de abril de 2014 se estreno la primera temporada. Para el 2017 se espera la tercera. La serie aparece en un momento en el que existía una tendencia a revalorizar el cine de los 90, transformando en series películas de culto (o poco menos): así surgió 12 Monos (ya proyectada) y El show de Truman o Ghost (que están por llegar). La serie Fargo, pertenece a este paquete. Era arriesgado, porque películas de éxito habían fracasado y ahí estaban las tristes Crónicas de Sarah Connors (2008–2009) pare recordarnos que un éxito en la pantalla grande no triunfa necesariamente llevada al plasma. Estén tranquilos: Fargo es serie de notable alto.


Hagamos memoria. En 1996, los guionistas Joel y Ethan Coen se embarcaron en un proyecto muy en su línea: situar un crimen truculento, y a una serie de personajes que oscilaban entre lo siniestro y lo ridículo, en un pueblo de Minnesotta (Estado norteamericano fronterizo con Canadá, a medio camino entre la costa del Atlántico y la del Pacífico, invadido por los Grandes Lagos), uno de esos sitios con climatología hostil, la población concentrada en grandes ciudades y en donde nunca pasa nada, salvo nieve interminable y tedio. Mucho tedio. El crimen es provocado involuntariamente por un tipo apocado, harto de los desprecios que le depara su suegro (multimillonario). La investigación corre a cargo de una policía surgida de aquella tierra inhóspita: la actriz Frances McDormand recibió el Oscar a la mejor Actriz por su interpretación como “agente Marge Gunderson”. Simplona pero eficiente, su papel quedó en los anales de la cinematografía de los Coen como uno de sus personajes mejor perfilados. Era cuestión de tiempo que alguien –en un momento de escasez de ideas nuevas– pensara en explotar la temática (policías arraigados en su tierra natal – tierra natal inhóspita – crímenes truculentos) en forma de serie.



Hay que decir que las dos temporadas emitidas hasta ahora son completamente diferentes entre sí. La primera tiene más parecido con la película original. Los personajes son otros e incluso los tiempos son diferentes. En la primera temporada se trata de la investigación en torno a un crimen aislado; en la segunda, la temática central es una guerra entre bandas. En ambos casos se recurre a la fórmula de los flash–backs para mantener el suspense. Como en la película, la trama se desencadena a partir de los malos pensamientos de perfectos cretinos: respectivamente, un vendedor de seguros (representad por Martin Freeman, el “doctor Watson” de Sherlock [2010]) y un carnicero bobalicón y su mujer (con el cerebro completamente destartalado). En la primera temporada, el papel equivalente al que encarnó en la película Frances McDorman es asumido por Allison Tolman, mientras que Billy Bob Thorton, un habitual en las películas de los Coen, es aquí psicópata de manual. En la segunda temporada, Ted Danson y el sobrio Patrick Wilson, convertidos en padre e hijo, ambos policías, investigan el triple homicidio que desencadena la trama. 

Como puede verse, en ambas temporadas, la serie no tiene a los mismos protagonistas que el largometraje. Lo común entre ambos productos es que discurren en un lugar en medio de ninguna parte –Fargo–, lo espeluznante de los crímenes cometidos y los diálogos breves, contundentes, ingeniosos y precisos. Sin embargo, si bien el largometraje puede calificarse como “tragicomedia”, las dos temporadas de la serie están mucho más próximas a la tragedia en estado puro, mientras que los rasgos de comedia se han reducido a algunas frases y, especialmente, a lo inesperado de las situaciones que se van sucediendo. Humor negro.


El diseño de la serie correspondió a Noag Hawley quien realizó un híbrido entre los Coen y el cine de Tarantino (especialmente el de Pulp Fiction [1995]). Experimentos de este tipo pueden ser peligrosos y estas síntesis pretenciosas, habitualmente se saldan con estrepitosos fracasos (véase el intento de hacer un House of Card a la española, con La Embajada [2016], añadiendo elementos que parecen sacados de Los hombres de Paco [2005-2010] o de Al salir de clase [1997–2002] y se entenderá lo que decimos). No es el caso de este Fargo televisivo que provoca desde las primeras escenas un deseo de ver qué sucederá en las siguientes entregas. La originalidad (de origen) es de los Coen, la inspiración del equipo de guionización de la serie.

Sabemos cuál es la ubicación espacial de la serie (Fargo, en Minnesotta), queda por decir algo sobre las coordenadas temporales. Tampoco aquí existe concordancia con la película de los Coen cuya trama se desarrolla en 1987 (durante el final de la “era Reagan”). Ni siquiera las dos temporadas de la serie están ubicadas en las mismas épocas. La primera se desarrolla en 2006 (en plena “era Bush” y aproximándose a la gran crisis económica desatada por las subprimes). La segunda, es anterior y nos traslada a 1979, con unos EEUU que intentan superar Vietnam y de los que se está apoderando la sensación de que van perdiendo en su enfrentamiento con la URSS; es la recta final de la “era Carter”, cuando, además, la sociedad norteamericana estaba también perdiendo la guerra contra las mafias. Reagan estaba ahí para superar ese hundimiento moral y material de los EEUU. De hecho, en la segunda temporada, el candidato a presidente de los EEUU, Ronald Reagan, pasa por Fargo en el curso de la precampaña para las primarias del Estado, protegido por los policías protagonistas. 


Reagan, al  final, venció en la Guerra Fría, pero no puedo evitar que la pobreza y el analfabetismo estructural avanzaran. Por increíble que parezca el analfabetismo en EEUU alcanza en estos momentos a ¡23.000.000 de personas! Entre el 12 y el 15% de la población. Sólo el 20% de los norteamericanos puede leer y entender los horarios de las paradas de autobuses y entre la población afroamericana de  entre 20 y 30 años, el analfabetismo roza la mayoría en su grupo social. Así se explica que zonas como Fargo (o como las escritas en True Detective, por poner otro ejemplo) puedan existir en aquel país. No son ni exageraciones, ni abstracciones de los guionistas sino que se refieren a unos EEUU realmente existentes.

Si se nos preguntase cuál de las dos temporadas es mejor o que nos gustó más si la serie o el largometraje, sería como cuando nos preguntaban a quién queríamos más, a papá o a mamá. La serie es de las que pueden calificarse como “completa”: buen guión, buena dirección, buen montaje, buena fotografía, buenas actuaciones, buen ritmo narrativo, buen nivel de intriga, suspense y acción, capacidad adictiva elevada a la enésima potencia. Una serie, en definitiva, a recomendar.

El nivel de excelencia de esta serie hace que sea susceptible de gustar un público muy amplio y, casi diríamos, mayoritario. Obviamente, los amantes de los thrillers policiales y del humor negro, disfrutarán más que otro tipo de espectadores. A pesar de que el cine de los Coen tiene detractores, esta serie –vale la pena no olvidarlo– tiene sólo ligeros puntos de coincidencia con el largometraje. 


FICHA

Título original: Fargo
Título en España: Fargo
Temporadas: 2 proyectadas, 1 a la espera
Duración episodio: 50 minutos 
Año: 2014, 2015 (20 episodios en total)
Temática: Thriller policíaco
Subgénero: drama en ninguna parte 
Actores principales: Billy Bob Thornon, Allison Tolmal, Colin Hanks, Martin Freeman (1ª Temporada). Kirsten Dunst, Jesse Plemons, Ted Danson, Patrick Wilson (2ª Temporada)
Lo mejor: la precisión con que se describen las situaciones más absurdas.
Lo peor: falta ese punto de comicidad que tenía el largometraje de los Coen.
Puntuación: 8
Web en castellano: http://www.movistarplus.es/fargo 

¿Cómo verlo?: se ha proyectado en España en el Canal+ Series. Puede verse en Movistar Series Xtra. También en versión original a través de eMule y bitTorrent, con subtítulos en http://www.subdivx.com/

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