domingo, 29 de septiembre de 2024

Apartment 7A de Natalie Erika James

 

Película: Apartment 7A

Año: 2024

Duración: 104 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Natalie Erika James

Guion: Natalie Erika James, Skylar James, Christian White

Reparto: Julia Garner, Dianne Wiest, Kevin McNally, Marli Siu, Nikkita Chadha, Julia Westcott-Hutton, Amy Leeson, Raphael Sowole, Celeste Wong, Scott Hume, Sean Browne
Música

Isobel Waller-Bridge

Fotografía: Arnau Valls Colomer

Compañías: Platinum Dunes, Sunday Night. Distribuidora: Paramount Players

Género: Terror. Thriller.  Años 60. Precuela

Grupos: La semilla del diablo

Sinopsis: 

Nueva York, 1965. ¿Qué ocurrió en el apartamento antes de que Rosemary se mudara? Una bailarina en apuros se ve arrastrada a fuerzas oscuras por una peculiar pareja que le promete la fama. Precuela de "La semilla del diablo".



Mi opinión es... si no es una mierda se aproxima mucho. ¿Porqué el cine, las películas están resultando tan banales, tan insustanciales, tediosas y bastante olvidables?.  Si la Semilla del Diablo de Roman Polanski (Rosemary's Baby) sobrecogió y aterrorizó de forma espeluznante a todo el público en 1968, En 2024 esta precuela nos deja totalmente indiferente. 

La verdad es que Julia Garner intenta defenderla sin embargo a medida que avanza la película es testigo de que el guión y la dirección (considero a Julia Garner una actriz con una preparación intelectual muy relevante) no avanza hacia la oscuridad más terrorífica que se le supone y que en principio propone ésta precuela. 

Los guionistas están escribiendo surfeando en una tabla en olas tan tranquilas que más que surfear simplemente mantienen el equilibrio para que nadie ofenda a nadie. También apuesto que no pueden morder la mano que les da de comer. Es un gran dilema. Callarse por no quedar mal, por evitar conflictos y por muchas otras situaciones que hacen que de lo que se dice a lo que se piensa diste mucho. Decir la verdad no siempre es la estrategia adecuada y en ocasiones conviene más decir lo que quieren oír que decir la verdad. Es escaso y se echa en falta el arte de la comunicación que nos permite usar la ironía para expresar realidades complejas. Y luego sale lo que sale. 

Mi pregunta es la siguiente ¿de tanto bajar el listón de la creatividad, de la capacidad en escribir frases brillantes, ingeniosas, cínicas, sarcásticas y con sentido del humor, estamos haciendo películas para robots humanoides? 

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