El documental nos acerca a una realidad muy cotidiana cuando en una familia hay más de 2 hijos y una empresa familiar. Impresiona ver como el padre les educa desde muy pequeños a trabajar, a conocer los procesos de fabricación, los riesgos, la colaboración y las recompensas económicas para saber gestionar el dinero.
Los padres han creado una familia y una empresa ó una empresa y una familia tanto da. La tradición, los negocios familiares que se heredan, no contar con nadie más que con los más cercanos. Cada familia es una pieza precisa de relojería que forja el carácter de ser japonés. Y a su vez de una Nación como Japón. El perfeccionamiento requiere toda una vida antes de pasar el testigo a otro familiar.
El padre Tora San, dada su vía de escape que es el alcohol, ante el momento de que sus hijos se hacen mayores, con otras necesidades, busqueda de nuevos horizontes, experiencias, incluso profesiones nuevas, vemos que no está preparado. La madre es la persona más sólida y que sostiene el edificio cuando la fragilidad, los sentimientos han surgido de un hombre fuerte y rígido dirigiendo su familia y el proyecto de vida. Todas las cartas están sobre la mesa.
El padre asume la rebeldía de sus hijos aunque está seguro al 100%, que el trabajo duro con el que han sido educados, a sus hijos les será de sello personal en todo aquello que emprendan.
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