Película: Eter
Año: 2018
Duración: 118 min.
País: Polonia
Coproducción: polaca, ucraniana, lituana, húngara e italiana
Dirección: Krzysztof Zanussi
Guion: Krzysztof Zanussi
Fotografía: Piotr Niemyjski
Reparto:
Jacek Poniedzialek, Zsolt László, Andrzej Chyra, Ostap Vakulyuk, Maria Ryaboshapka, Kolokolnikov Stanislav, Malgorzata Pritulak, Rafal Mohr, Victoria Zinny, Remo Girone, Ostap Stupka, Rafal Gorski, Arturas Dubaka, Przemyslaw Stippa, Zsuzsa Pálos
Productora:
Coproducción Polonia-Ucrania-Lituania-Hungría-Italia; Studio Filmowe / Interfilm Production Studio / Studio Uljana Kim / Laokoon Filmgroup / Revolver / Bielle Re / WFDiF / Canal+ / Polish Film Institute / The Ministry of Culture and National Heritage / Ukrainian State Film Agency / Hungarian National Film Fund / Lithuanian Film Centre
Distribuidora: Latido Films
Género: Thriller. Drama Histórico.
ÉTER, es el último trabajo del multipremiado Krzysztof Zanussi, en la que un médico, cuya figura está inspirada en el famoso FAUSTO de Goethe, juega a potenciar los instintos más salvajes del hombre sin tener en cuenta que el hombre, quizás, sea algo más que pura materia.
“Eter” funciona como un thriller, pero también como un drama histórico apasionante. Es convincente en todo momento, a través de secuencias bien elaboradas para mantener al público involucrado continuamente.
Ha contado con un presupuesto de 50 millones de euros.
Proyectada en la sección oficial del Festival de Cine de Roma.
SOBRE EL ÉTER:
El nombre de la película es el de un líquido incoloro e inflamable que hierve con el calor de la mano a 34º. Se utiliza como disolvente y en fábricas de explosivos. Fue descubierto por Ramon Llull en el siglo XIII. En el siglo XIX se utilizó como anestesia general.
Sinopsis:
A finales del siglo XIX, en algún lugar de las afueras del Imperio ruso, un médico administra por error una sobredosis letal de éter a una mujer joven. Tras lograr escapar de su condena a muerte, encuentra un trabajo en Siberia, donde logrará sentirse libre y respaldado para experimentar con éter con el fin de controlar el dolor y también manipular las conductas humanas. A pesar de su maldad, no es demasiado tarde para que su alma se salve de la condenación eterna.
El papel del médico siniestro está interpretado por Jacek Poniedzialek y la película ambientada antes de la Primera Guerra Mundial en un puesto militar. Se trata, pues, de un drama histórico.
Hablando de la película
La película plantea un problema interesante:
¿Hasta dónde llegará el límite entre Ciencia y Humanidad?
El director centra el guión de la película, en el control de la mente por parte de la ciencia. Los experimentos realizados por el médico, lo son para aumentar su poder.
Zanussi ha dicho al respecto: “Para mí la ciencia hoy es muy importante porque nos ofrece muchos beneficios pero también nuevas amenazas. La historia de la película se desarrolla antes de la Primera Guerra Mundial en territorio ucraniano cuando éste pertenecía a los Imperios Ruso y Austro-húngaro”.
En Eter, el tema es el abuso de la ciencia para obtener control sobre los individuos y subyugar a las masas, privando a las personas de su libre albedrío y la opción de elegir entre el bien y el mal.
Desarrollo de la película:
La imagen se abre con un extraordinario examen casi como si tuviéramos pegada la nariz al tríptico de la pintura medieval del alemán Hans Memling "El juicio final" del siglo XV sobre la tortura y el tormento que esperan a los pecadores en el infierno.
Este cuadro representa el aspecto teológico de la película y que coincide con la historia del Fausto de Goethe: un demonio elegantemente vestido que tienta a nuestro antihéroe a explorar los rincones más oscuros de la ciencia, mientras que una paciente de corazón puro llamada Margaret reza por la salvación del médico.
Jacek Poniedzialek interpreta al médico educado de las clases altas. Una tarde soleada, decide violar fríamente a su hermosa paciente después de derrumbarla con un nuevo anestésico con el que ha estado experimentando: el éter.
Hay que decir que, en ese momento, esta sustancia se consideraba una versión más segura que el cloroformo. Pero las dosis que administra el médico consiguen acabar con la vida de varios pacientes, incluida la de la hermosa joven.
Pero milagrosamente, el médico escapa al castigo por su primer asesinato y ocupa un puesto como médico militar en un destacamento remoto en la frontera de Ucrania y el imperio austrohúngaro. En ese lugar apartado busca probar los límites de la resistencia humana al dolor bajo la influencia del éter. Sorpresivamente para él, los demás oficiales de la fortaleza parecen tan despreocupados como él por los resultados de sus experimentos.
El médico, por tanto, parece una figura amoral como la del Frankenstein, pero, al mismo tiempo, es un apasionado de la ciencia y arriesga su vida para financiar su investigación. Su verdadero objetivo es desarrollar métodos para eliminar el libre albedrío, algo que seguramente resultará útil en la próxima guerra que se esperaba estallara pronto. Estamos hablando de 1912.
En una escena inquietante, le inyecta a un soldado un suero que aumenta sus instintos depredadores al máximo, convirtiéndolo en un luchador invencible. Como de costumbre, la dosis es demasiado alta, y el luchador se convierte en un animal salvaje al que debe colocarse una camisa de fuerza y encerrar en una celda.
Como todos los buenos científicos locos, el médico necesita un joven asistente cuya inocencia pueda destruir cruelmente. Este papel le corresponde al personaje de “Taras” (interpretado por Ostap Vakulyuk) es un joven campesino que vende el cadáver de su padre a la ciencia. A diferencia del médico ateo, el joven “Taras”, es un católico devoto que puede seguir un camino más ético y humanista en sus estudios médicos o corromperse al aprender del médico.
La película termina al comenzar la Primera Guerra Mundial y plantea la duda de si ¿Tiene sentido el sufrimiento?
DETALLES A DESTACAR
En un momento dado, el médico muestra una bata de laboratorio de cuero negro que lo hace parecer un cruce entre un carnicero y un elegante gótico de nuestros días.
La música hace uso constante de extractos de la ópera Parsifal de Wagner, lo que sugiere que el protagonista está en una búsqueda para encontrar su propio Santo Grial.
La amoralidad y el desapego que se observa en el médico inducen a plantearse si cualquier investigador, para serlo, debe estar adornado con estas cualidades, observador, inflexible y arriesgado ("¿qué es la vida sin riesgo?" se pregunta el protagonista).
El precio del éxito es la pérdida del alma, pero el amor puede salvar al Doctor de la condenación eterna. ¿Qué estarías dispuesto a hacer para perseguir tu sed egoísta de conocimiento? ¿Qué sacrificarías? ¿Ética? ¿La humanidad, tal vez?
Son los elementos propios de la leyenda de Fausto, Eter explora el limbo metafísico donde aparentemente a un solo hombre se le otorgan poderes infinitos y puede operar fuera de la gracia de Dios. Esta ansiedad de conocimiento lleva al protagonista, casi literalmente, al infierno.
El epílogo final sobra y sólo se justifica el hacer más visible la relación con el Fausto de Goethe y sobre la presencia del diablo en concreto.
Anécdota para finalizar
En realidad, el personaje del protagonista tiene relación con un contemporáneo, el Doctor Semmelweis.
Semmelweiss, médico húngaro, fue el precursor de todos los tratamientos antisépticos que llegaron a partir del doctor Pasteur. Incomprendido y tachado de loco por sus contemporáneos, resolvió el tratamiento de la fiebre puerperal, mediante la simple higiene de las manos.
Este personaje fue inmortalizado por el escritor Louis Ferdinand Celine, en la novela del mismo nombre. Lectura que recomiendo.
Y nada más amigos… A seguir con el cine
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