Algunos artistas son tan brillantes como
sencillos. Tal es el caso de María Callas, seguramente, la mejor soprano del
siglo XX quien, fuera de los escenarios no pretendía otra cosa que tener una
sencilla vida familiar y disfrutar de algo tan sencillo como el amor de otra
persona. Esta película, un riguroso biopic que sigue la vida de la extraordinaria
soprano desde que era una joven aspirante a entrar en el mundo del bel canto, hasta sus últimos días, haciendo
particular énfasis en su aspecto más desgraciado: su vida amorosa.
La fórmula para este biopic es el documental
que incluye entrevistas con la Callas, fragmentos de sus actuaciones,
entrevistas, reportajes donde se la ve al lado de personajes importantes de la época y tan
variopintos como Yves Saint-Laurent o Alain Delon, Kennedy o Lis Taylor,
Visconti o Winston Churchill. Todo esto ayuda a conocerla un poco más y a
centrar el valor y el drama de esta soprano: valor en su trabajo –de hecho,
posiblemente lo más valioso de este documental sea el haber recogido buena
parte de sus mejores actuaciones- y drama en su vida particular que nunca
consiguió estabilizar completamente.
En el documental queda constancia de que lo
que más le marcó en su vida personal fue el enterarse por los periódicos de las
relaciones que mantenía el naviero Aristóteles Onassis –con el que tenía
esperanzas de que le propusiera matrimonio- con la Jackie Kennedy (con la que,
efectivamente, terminó casándose). En aquel momento, delante de los periodistas
pronunció la frase que puede considerarse como el paradigma de lo que buscaba
en su vida personal: “No debo hacerme ilusiones, la felicidad no es para mí ¿es
demasiado pedir que me quieran las personas que están a mi lado?”. Un intento
de suicidio y una muerte prematura a los 53 años, de la que se dijo que fue
provocada por una “crisis cardíaca” (si bien la sombra del suicidio sigue planeando),
pusieron fin a una vida tan brillante como trágica.
Tom Volf es el director de este documental
biográfico que consta como su primer trabajo estrenado en España. Se trata de
una visión personal que ha querido –con buen tino- resaltar precisamente el aspecto
mágico del arte de la Callas. Se trata de un joven realizador y fotógrafo
francés de 31 años que hasta 2013 lo desconocía todo sobre la diva. Él mismo
declara que descubrió su voz en un clip de youTube y a partir de aquí fue
recogiendo una treintena de testimonios sobre la soprano.
Volf presenta la conclusión de que no existía
“una”, sino dos “Maria Callas”, la diva y la persona. La primera era pública y
notoria, la segunda una completa desconocida. Lo que ha pretendido con esta
cinta es unificarlas ambas en un documental estrenado en España en el Film
Festival de Barcelona y que, no dudamos, será uno de los mejores documentales
exhibidos en esta edición.
Documental muy recomendable para todos aquellos que la voz de María Callas les emocione tanto o más, como lo que dijo el musicólogo Kurt Pahlen de ella: Su canto asemeja a una herida abierta, que sangra entregando sus fuerzas vitales, como si ella fuese la memoria del dolor del mundo.
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