Muchas veces nos habremos preguntado –especialmente a raíz de la gran crisis de la economía mundial iniciada en 2007 y que todavía colea– cómo son esos financieros que tienen mucho más dinero acumulado del que podrían gastar en varias reencarnaciones, qué les impulsa a obsesionarse mañana, tarde y noche en la compra y venta de acciones o cuáles son sus pensamientos íntimos mientras generan beneficios especulativos sin producir riqueza. Pues bien, ésta serie intenta responder a estas cuestiones. Largometrajes sobre Wall Street y sobre la crisis económica ha habido muchas, pero series sobre éste tema, ninguna hasta llegar a ésta protagonizada por dos conocidos actores: Paul Giamatti y Damian Lewis.
La idea, por tanto, es original e incluso podríamos decir que superior a las películas que han tocado recientemente el mismo tema en la pantalla grande: La gran apuesta (2015) trata, por ejemplo, sobre inversiones de alto riesgo y sobre el papel deletéreo de la banca; El lobo de Wall Street (2014) escribe la personalidad de un corredor de bolsa inicialmente bien intencionado que pronto se pasa al lado oscuro; El capital humano (2014) nos cuenta la historia del creador de una simple y sencilla estafa piramidal; o la madre de todas ellas, la ya distante, Wall Street (1987) en la que Charlie Sheen (que aún no había pasado por la comedia) y Michael Douglas (que había pasado por todo) realizan un esbozo de cómo era el mundo de las finanzas en el lejano 1987 en la película que lleva el nombre de aquella calle que empezaba en la tapia de un cementerio y terminaba en las aguas del mar: Wall Street. Si reunimos el material de todas estas películas (y de docena y media más aparecidas en los últimos treinta años) nos encontraremos con buena parte de los rasgos que adornan al protagonista de Billions, Bobby Axelrod. La ventaja de la serie es que concentra todo esto a lo largo de los 12 episodios filmados hasta ahora (la segunda temporada se estrenará en febrero de 2017).
La primera temporada de Billions (que está siendo estrenada estos días en Movistar+) nos muestra el pulso entre un especulador bursátil y el fiscal de delitos financieros, papeles representados respectivamente por Damian Lewis y Paul Giamatti. A estas dos columnas centrales se unen una serie de personajes periféricos: sus esposas y sus respectivos equipos. Porque si esta serie enseña algo es la importancia del “equipo” en la sociedad norteamericana. Allí, a pesar del aparente individualismo que reina en aquellas latitudes, casi todo se hace en equipo e incluso la capacidad de trabajar junto a otros se valora como actitud requerida para ser admitido en un empleo, tanto o más que la capacidad técnica poseída. La pieza de enlace entre ambos personajes es la esposa del fiscal que, al mismo tiempo, dirige los servicios psicológicos del fondo de inversión de “Axe Capital”. Tal es el planteamiento de partida: fiscal persigue a inversor - esposa de fiscal ante el dilema. A partir de aquí, todo lo que se cuenta es precioso para valorar el sistema financiero mundial (tipos como Axelrod revolotean en torno a las bolsas de todo el mundo y constituyen el modelo humano que mejor puede salir beneficiado de un mundo globalizado) y la psicología de los hombres que se encuentran tras él.
Uno de los elementos que ha marcado a Axelrod es el haber sobrevivido a los atentados del 11–S en los que perecieron varios de sus amigos y compañeros. Como todo buen acumulador de capital, desde los Rockefeller a los Bill Gates, Axelrod realiza donaciones altruistas y paga el coste de los estudios de los hijos de sus compañeros muertos en los atentados (en realidad, la inmensa mayoría de muertos del WTC en el 11–S era personal de servicios, en absoluto empleados de las compañías allí domiciliadas). La crisis psicológica que Axelrod sufre en aquella ocasión solamente remonta cuando contrata los servicios de la psiquiatra que luego resultará ser la esposa del fiscal. El papel es interpretado por Maggie Siff a quien ya conocíamos de series como Sons of Anarchy (2008–2014). La imagen que ha construido Damian Lewis de su personaje está inspirado, en buena medida, en Steve Job: desenfadado en el vestir (salvo que lo requiera la situación, acude al puesto de trabajo con sudadera, chándal y deportivas), se mantiene en forma (footing, bicicleta, ejercicios aeróbicos en el gimnasio situado dentro de la empresa, alimentación naturista), tiene buenas relaciones con sus hijos y familia, es un padre para sus empleados, a la vez un igual y un jefe carismático; pero para lo que sirve sobre todo y por encima de todo es para especular (hay gente que ha nacido para eso como otras hemos nacido para aporrear teclas) ¿Qué le impulsa? El saber que es bueno en su trabajo, que sabe hacerlo, que puede hacerlo y que quiere ir más lejos. En la serie no se le presenta como uno de “los grandes” de la economía mundial, no pertenece a ese círculo formado por las dinastías económicas que “mueve los hilos” (aquellos de los que Disraeli decía que no eran más que 300 y cincuenta años después, Walther Rathenau reducía a 200), pero está en el siguiente círculo de poder económico. Y aspira a más. ¿Por qué? Porque puede.
Este aspecto psicológico del personaje de Bobby Axelrod es seguramente uno de los elementos más interesantes de la serie. A poco que el público esté atento a la trama percibirá que en ella no hay nada que tenga que ver con la “economía real”, es decir, con aquella que crea riqueza, puestos de trabajo, investigación, avances sociales. Todo el dinero que mueve Axelrod y sus colaboradores es puramente especulativo.
Pero sin duda, el actor que realiza un trabajo excepcional en la serie corresponde a Paul Giamatti que desde los años 90 aquilata un historial plagado de éxitos tanto en cine como en televisión. Si vale la pena ver esta serie en versión original es precisamente porque de otra forma sería imposible apreciar su interpretación. Giamatti tiene registros muy diversos desde la comedia hasta el drama e incluso ha prestado su voz para videojuegos y audiolibros. Aquí, aunque parezca increíble, su personaje tiene una particular forma de experimentar el erotismo que está presente en la serie.
Resulta inevitable aludir a la “erótica del poder”. Ambos protagonistas tienen poder y aunque el sexo no sea lo esencial en sus vidas, es, sin embargo, una válvula de escape que aparece con frecuencia en la serie. Hay un aspecto erótico en esta producción que está ausente en otras producciones televisivas. Nada rayano en lo pornográfico o en el sexo explícito; es, sin embargo, un fino erotismo lo que destilan algunas escenas y que no queremos quitar a los lectores el placer de que les sorprendan por sí mismas.
El actor de origen británico Damian Lewis vuelve a realizar un trabajo excelente al que ya nos había habituad desde su aparición protagonista en las tres primeras temporadas de Homeland (de 2011 a 2014) interpretando a “Nicholas Brody”; luego mereció nominaciones a los Emmy, a los premios Award y a los Globos de Oro por su interpretación en Lobo House (2015) y ahora repite éxito con Billions.
La serie es de las que merecen verse y que pueden recomendarse con la seguridad de que nos lo agradecerán. Está adaptada para un tipo de público muy amplio. Es una serie de “fiscales” contra “delincuentes”, pero las fronteras entre uno y otro están muy atenuados y ambas posiciones están separadas por una amplia gama de espacios grises intermedios. Los interesados en conocer los entresijos de la economía especulativa tienen una buena excusa para no perderse detalle. Serán los que más la agradezcan; sin olvidar que gustará a cualquier que sea habitual de las series de tensión e intriga.
FICHA
Título original: Billions
Título en España: Billions
Temporadas: 1 (12 episodios)
Duración episodio: 55 minutos
Año: 2016
Temática: Thriller
Subgénero: Finanzas
Actores principales: Damian Lewis, Paul Giamatti, Maggie Siff, Malin Akerman, Toby Leonard Moore, David Costabile, Condola Rashad.
Lo mejor: la construcción de los diálogos.
Lo peor: interés desigual de los episodios.
Puntuación: 7
Trailer oficial: https://www.youtube.com/watch?v=_raEUMLL-ZI
Web oficial de Showtime: http://www.sho.com/billions
Web oficial en España: http://www.movistarplus.es/billions
¿Cómo verlo?: Se emite en Movistar+. En versión original puede conseguirse mediante programas “peer to peer”.
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