1. Pitheas de Masalia. Masalia era una colonia griega de la costa del sur de Francia, poblada por los "focenses".Hoy se le conoce como Marsella. Hubo un tiempo... en el que los masaliotas comerciaban con ámbar, así que comisionaron a Pitheas, lobo de mar con fama de echao p'alante, para que fuera a adquirirlo a las fuentes de Frigia donde se obtenía de las costas del Baltikum. Una vez en su pentekontore... su barco... en lugar de enfilar directo a Jutlandia, quiso marchar hacia el Norte para conocer el lugar originario de su raza: la Ultima Thule. Así, superó Finisterre, Normandía, Cornualles, bordeó las Islas Británicas y llegó hasta Islandia... en el Norte más absoluto. Tranquilo por haber recuperado el contacto con los orígenes viró hacia Jutlandia. Al llegar arrojó por la borda el lastre de su pentekóntore y lo llenó con toneladas de ámbar.
2. Ulíses de Ítaca. Debieron haber en Grecia muchos Ulises, muchas Penélopes y muchos jóvenes Telémacos, hijos de Ulises. Aquella civilización hecha de héroes y dioses daba para mucho. De lo contrario Grecia no hubiera dejado un mensaje sobre el que se ha construido el mundo. Ulises... hijo putativo de Homero, es un miembro de la raza de los Héroes cuyo destino trágico era haber nacido en la "Edad Oscura". La inmortalidad no le vino dada por su nacimiento, como a los dioses, sino que debía conquistarla. De ahí su grandeza. Tras haber ideado la treta del "Caballo de Troya" para acabar de un plumazo con la larga guerra que le tenía separado de su tierra y de su familia, Ulises emprende el viaje de retorno a Ítaca, superando indecibles aventuras para volver, no sólo a su patria, sino al lado de su esposa. Ulises y Penélope con su hijo Telémaco, son el símbolo de la familia europea y del amor que según la saga es más fuerte que el fuego. A leer necesariamente el poema de Kavafis que, solo por él, merece entrar en la historia de la literatura europea.
3. Cristóbal Colón. Es... sin duda, el marino más opaco, más polimorfo y más poliédrico de toda la historia. Ni se sabe quien era, ni a donde iba, ni lo que vivió antes de recalar en la corte de los Reyes Católicos. Seguramente era una mezcla de iluminado, aventurero y... acaso, bribón y falsario, cualidades que, muy frecuentemente adornan al heroísmo. Siempre he albergado la sospecha de que si Colón sabía perfectamente a donde iba es porque había conocido a alguien que ya había estado "al otro lado" y disponía de mapas que jamás mostró. A no ver que fuera solamente un iluminado movido por el deseo de dar territorios que evangelizar a Isabel la Católica y oro con el que ponerse un pisito en Toledo o en Moguer. Era mejor marino que navegante. De hecho si no hubieran estado cerca los Pinzones, la marinería le habría cortado los [aquí poner la mala rima]... cuando el viaje triplicó el tiempo inicialmente previsto.
4. José María They. Más conocido como "Capitán They"... en un tiempo en el que el único capitán que se consideraba en España era el "Capitán Trueno. Fue uno de los ídolos de mi infancia, estimulado por mi padre que me llevó incluso a visitar su barco, el Junco Rubia, anclado junto a la Caravela de Colón en el puerto de Barcelona. Sí, era un junco chino, endeble, minúsculo... casi un juguete. El capitán They viajó con él desde Hong Kong a Barcelona alcanzando fama mundial. ¿Por qué? Por cojones... no en vano era navarro y carlista. El cojonímetro era para él la medida de todas las cosas. Posiblemente tuvo presente la máxima romana: "Vivir no es necesario, navegar es una necesidad". En todo marino hay dentro de él un impulso a la aventura que es más fuerte que su instinto de conservación. They era uno de estos.
5. Thor Eyerdal. En 1947 realizó su famoso viaje a bordo de la Kon-tiki, una balsa realizada a modo de las embarcaciones incas del Titicaca. Con ella navegó 4300 millas desde Sudamérica hasta las islas Tuamotu junto a otros cinco compañeros de ventura. Quería demostrar la tesis de que los indoamericanos habían poblado Polinesia. Luego quiso demostrar lo mismo en dirección contraria: viajar en embarcaciones de papiro (el Ra y el Ra II) por el Atlántico. Su última hazaña fue, como el de Pitheas de Masalia, buscar sus orígenes con el proyecto Jakten pa Odin (Búsqueda de Odín), lo hizo en el Mar Negro en donde identifico el escenario de la saga de Snorri Sturlesson sobre el padre de los dioses de la mitología nórdica. Murió en Canarias. Fue el gran explorador romántico del siglo XX.
2. Ulíses de Ítaca. Debieron haber en Grecia muchos Ulises, muchas Penélopes y muchos jóvenes Telémacos, hijos de Ulises. Aquella civilización hecha de héroes y dioses daba para mucho. De lo contrario Grecia no hubiera dejado un mensaje sobre el que se ha construido el mundo. Ulises... hijo putativo de Homero, es un miembro de la raza de los Héroes cuyo destino trágico era haber nacido en la "Edad Oscura". La inmortalidad no le vino dada por su nacimiento, como a los dioses, sino que debía conquistarla. De ahí su grandeza. Tras haber ideado la treta del "Caballo de Troya" para acabar de un plumazo con la larga guerra que le tenía separado de su tierra y de su familia, Ulises emprende el viaje de retorno a Ítaca, superando indecibles aventuras para volver, no sólo a su patria, sino al lado de su esposa. Ulises y Penélope con su hijo Telémaco, son el símbolo de la familia europea y del amor que según la saga es más fuerte que el fuego. A leer necesariamente el poema de Kavafis que, solo por él, merece entrar en la historia de la literatura europea.
3. Cristóbal Colón. Es... sin duda, el marino más opaco, más polimorfo y más poliédrico de toda la historia. Ni se sabe quien era, ni a donde iba, ni lo que vivió antes de recalar en la corte de los Reyes Católicos. Seguramente era una mezcla de iluminado, aventurero y... acaso, bribón y falsario, cualidades que, muy frecuentemente adornan al heroísmo. Siempre he albergado la sospecha de que si Colón sabía perfectamente a donde iba es porque había conocido a alguien que ya había estado "al otro lado" y disponía de mapas que jamás mostró. A no ver que fuera solamente un iluminado movido por el deseo de dar territorios que evangelizar a Isabel la Católica y oro con el que ponerse un pisito en Toledo o en Moguer. Era mejor marino que navegante. De hecho si no hubieran estado cerca los Pinzones, la marinería le habría cortado los [aquí poner la mala rima]... cuando el viaje triplicó el tiempo inicialmente previsto.
4. José María They. Más conocido como "Capitán They"... en un tiempo en el que el único capitán que se consideraba en España era el "Capitán Trueno. Fue uno de los ídolos de mi infancia, estimulado por mi padre que me llevó incluso a visitar su barco, el Junco Rubia, anclado junto a la Caravela de Colón en el puerto de Barcelona. Sí, era un junco chino, endeble, minúsculo... casi un juguete. El capitán They viajó con él desde Hong Kong a Barcelona alcanzando fama mundial. ¿Por qué? Por cojones... no en vano era navarro y carlista. El cojonímetro era para él la medida de todas las cosas. Posiblemente tuvo presente la máxima romana: "Vivir no es necesario, navegar es una necesidad". En todo marino hay dentro de él un impulso a la aventura que es más fuerte que su instinto de conservación. They era uno de estos.
5. Thor Eyerdal. En 1947 realizó su famoso viaje a bordo de la Kon-tiki, una balsa realizada a modo de las embarcaciones incas del Titicaca. Con ella navegó 4300 millas desde Sudamérica hasta las islas Tuamotu junto a otros cinco compañeros de ventura. Quería demostrar la tesis de que los indoamericanos habían poblado Polinesia. Luego quiso demostrar lo mismo en dirección contraria: viajar en embarcaciones de papiro (el Ra y el Ra II) por el Atlántico. Su última hazaña fue, como el de Pitheas de Masalia, buscar sus orígenes con el proyecto Jakten pa Odin (Búsqueda de Odín), lo hizo en el Mar Negro en donde identifico el escenario de la saga de Snorri Sturlesson sobre el padre de los dioses de la mitología nórdica. Murió en Canarias. Fue el gran explorador romántico del siglo XX.
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