martes, 15 de octubre de 2024

FICFS - SITGES 2024. The Rule of Jenny Pen de James Ashcroft


Película: The Rule of Jenny Pen

Año: 2024

Duración: 103 min.

País: Nueva Zelanda

Dirección: James Ashcroft

Guion: James Ashcroft, Eli Kent. Historia: Owen Marshall

Reparto: John Lithgow, Geoffrey Rush, Nathaniel Lees, Maaka Pohatu, Thomas Sainsbury, Ian Mune, Ginette McDonald, Holly Shanahan, Bruce Phillips, Yvette Parsons, Irene Wood, Hannah Lynch, Paolo Rotondo

Fotografía: Matt Henley

Compañías: Light in the Dark Productions. 

Distribuidora: Rialto Distribution, Vertigo Releasing, Front Row Filmed Entertainment

Género: Thriller. Vejez

Sinopsis: 

Confinado en una apartada residencia de ancianos y atrapado en su cuerpo, que ha sufrido un derrame cerebral, un ex juez debe detener a un anciano psicópata que emplea a una marioneta infantil para abusar de los residentes de la residencia con consecuencias mortales.


Thriller desasosegante centrado en un antológico duelo interpretativo entre dos estrellas como Geoffrey Rush y John Lithgow. Un juez es ingresado en un asilo tras sufrir un ictus. Allá, cae en las garras de un paciente retorcido, que utiliza a su muñeca, Jenny Pen, como instrumento para imponer su voluntad entre los pobres internos. El choque entre ambos hará que una ola de violencia y terror sacuda el lugar.


Ésta película me ha recordado el último capítulo de la serie de televisión Poirot protagonizado por el actorazo David Suchet. Superior con creces a la desajustada interpretación de Kenneth Branagh. A lo que iba. El último capítulo Poirot elabora un plan dónde él se convierte en asesino al final de sus días. 


El argumento de The Rule Of Jenny Pen viene a ser lo mismo o parecido. Un magistrado, un juez que durante toda su vida sentencia los delitos aberrantes de la humanidad, es en su nuevo destino (Una residencia de ancianos) dónde sin pretenderlo se verá obligado a elaborar un plan "justiciero" convirtiéndose en un asesino en defensa propia y de los ancianos de la residencia. Quién le iba a decir que el destino le tenía reservado un deber con la sociedad. 

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