La madre intenta que en la escuela actúen en consecuencia pero solo recibe unas contenidas disculpas de la directora, el profesor y otros. No es suficiente, hay un momento que ella le pregunta si son humanos por la forma tan distante y fría en la que se está llevando todo, no tiene sentido.
Toda la peli va de malentendidos, de ver los mismos hechos desde diferentes puntos de vista, de presuponer prejuzgar sacar conclusiones creer que se sabe todo, que al final es algo muy del momento actual, sacar conclusiones precipitadas sobre algo que no sabemos y actuar en consecuencia con lo que nosotros creemos sin llegar a pensar cómo la persona que tenemos delante ha llegado hasta ahí.
Es interesante y me ha gustado como al principio el espectador piensa algo y después de conocer toda la información acaba pensando otra cosa. Es un proceso que no siempre se puede hacer en la vida real, solo cuando somos observadores y estamos sentados y prestando toda nuestra atención a lo que tenemos delante.
También supongo que es un comportamiento muy japonés, el no mostrar sentimientos, la educación y las normas sociales, el orden. La madre desesperada reuniéndose con los adultos preguntándoles si eran humanos porque no mostraban ningún tipo de emoción a la hora de disculparse o de proponerle una solución a la madre.
El papel del profesor soltero asiduo a una casa de citas que intenta ayudar a sus alumnos pero al no tener una sonrisa amable y amigable crea desconfianza y todo lo que hace o intenta por ayudar es leído de otra manera simplemente por su apariencia.
La directora de la escuela, una mujer mayor con un trabajo de responsabilidad que acaba de sufrir la pérdida de su nieto y que está chapada a la antigua a la hora de enseñar y educar.
El niño protagonista, acaba de perder a su padre y siente que no va a poder llegar a ser como él, que le falta algo, que lo que le pasa no es normal (empieza a entablar una relación de amistad con otro niño de clase, el rarito sensible. Para aparentar delante de los niños bullies tiene un par de gestos feos con él, para pertenecer al grupo, para sentirse normal) (gestos que luego serán observados como que le hace bullying al niño y nos dará la sensación de que se está comportando mal y que se ha vuelto un poco cabroncete)
En el último tramo de la película vemos otro punto de vista, el del niño, todos los malentendidos tienen explicación, todos los momentos raros que daban a entender que era un bully se desvanecen cuando vemos que lo que está pasando es que están descubriendo cosas como por ejemplo que se gustan.
Todo está hecho de una manera muy sensible y delicada, me ha gustado que no fuera cursi sino que trata el tema con naturalidad y puede llegar a emocionar pensar en que un niño de su edad siente que no encaja o que no lo van a aceptar.
La banda sonora es del fallecido Ryūichi Sakamoto. El guión de Yuji Sakamoto.
@SofíaMilà gracias a Vértigo Films
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