Una guardacostas a punto de jubilarse aprovechará el ataque de un tiburón para seguir unos días más en el cuerpo de policía, en el que lleve desde que cumplió la mayoría de edad. Su obsesión con el caso le llevará a tomar más de una decisión equivocada y ponerse al pequeño pueblo costero en su contra.
Citando de memoria al narrador en el tramo final de la cinta: “No sé qué podemos aprender de esto, puede que nada… lo único que se es que todo esto nos vino grande…” es un discurso que puede aplicarse perfectamente al director y guionistas de este film, ya que se queda a medio camino entre comedia, crítica social, parodia de “Tiburón”, drama… quiere tocarlo todo y no llega ser ninguno. Ni actores como Marina Foïs o el cómico Kad Merad pueden salvar este film de la mediocridad más insípida.
Nuestra puntuación: 4 sobre 10
© Martín Blázquez
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