martes, 6 de diciembre de 2016

Sicko, o lo que supone estar enfermo en EEUU



Cincuenta millones de estadounidenses no tienen seguro médico; si se hacen una herida se tienen que dar ellos mismos los puntos; si pierden dos dedos y no tienen ahorros suficientes, solamente pueden reinsertarse uno (a elegir…). Cada año, 18.000 norteamericanos mueren por enfermedades que hubieran podido curarse  fácilmente, pero ante las que sucumben por falta de recursos. Claro está que a los 250.000.000 que sí tienen seguro médico, tampoco les va muy bien. Las aseguradoras se cuidan de prestar los servicios mínimos establecidos en contratos leoninos y equívocos, con cláusulas difíciles de entender. No basta, pues, con tener un seguro médico, si, a la hora de la verdad, las aseguradoras se muestran cicateras y poco dispuestas a ofrecer los servicios sanitarios requeridos por el paciente. Tal es el punto de partida –dramático, se mire como se mire- elegido por Michael Moore para describir la situación sanitaria de los EEUU. Sicko, el título del documental, es una palabreja utilizada en aquel país para describir a personas para describir las actitudes aprensivas e hipocondríacas y la falta de estabilidad mental (psycho) así como el estado de salud general del sujeto (sick).

LO PEOR: LA FALTA ARGUMENTOS PARA DEFENDER LA SANIDA PRIVADA EN EEUU

Aparentemente, el documental podría formar parte de una campaña anti-norteamericana capaz de levantar al mismísimo senador McCarthy de su tumba. Y sin embargo, ha sido hecha por un director, productor y guionista nacido en Flint, Estado de Míchigan, casi en la frontera con Canadá. El vecino del norte aparece muy a menudo, por cierto, en este documental. En el fondo Moore es un norteamericano que siempre tiene tendencia, en sus documentales, a comparar la vida de los EEUU con la de otros países de su mismo nivel de vida. La comparación es demoledora para su propio país. Y en sanidad, lo más incomprensible es que los norteamericanos de a pie, soporten una situación que solamente beneficia a las aseguradoras y a las farmacéuticas. 


No existen, repito, no existen, argumentos válidos para defender el sistema sanitario de los EEUU basado en los seguros privados. Los argumentos de que un sistema de seguridad social pública es “socialista”, hacen reír fuera de los EEUU (especialmente porque en otros sectores sí existe ese sistema: en educación, en bibliotecas, bomberos…). En cuanto a que en un sistema “socialista” de sanidad pública, el paciente no puede elegir médico ni tratamiento, utilizado por los defensores de la sanidad privada, es simplemente falaz, como usted y yo sabemos. 

No, el problema es otro: la sanidad es un “big bussines”. Ese es el problema: si da jugosos beneficios a una docena de aseguradoras, ¿para qué sacrificarlo en beneficio de una sanidad pública e igual para todos? Dado que el sistema institucional en los EEUU se basa en la acción de los lobbys sobre los legisladores, la potencia de las aseguradoras médicas es tal que impedirá eternamente una reforma del sistema. Si usted es norteamericano, hágase a la idea de que, o es millonario o su vida puede quedar determinado por un accidente de mediana importancia o por un dolencia que requiera quirófano, medicación o tratamientos especializados: o se endeudará o se irá a la tumba. De hecho, la vida media en los EEUU es tres años menor que en Canadá, el país vecino con idéntico nivel de vida… pero más seguridad alimentaria y una excelente sanidad pública. 

La falta de argumentos para defender el actual modelo sanitario norteamericano, se compensa por la acción de los lobbys que tienen el mejor argumento para que “el legislador” mantenga inamovible el estatus: el soborno.

11-S: SEA USTED “HÉROE AMERICANO” Y MUÉRASE 

Moore anunció en su web que iba a realizar un documental exponiendo las quejas sobre el sistema de salud en EEUU. En cuatro días recibió 25.000 quejas contra las aseguradoras. Gracias a él nos enteramos que los médicos que generan menos gasto (negando pruebas y operaciones) reciben bonus de sus empresas. O que las aseguradoras, antes de aprobar una intervención, examinan el contrato minuciosamente para encontrar algún error o alguna enfermedad que –aún siendo irrelevante y no teniendo relación con la operación o la prueba que requiere- invalida la prestación. Por eso Moore puede establecer en la primera media hora de documental, una de sus primeras conclusiones: “Doctores y aseguradores son responsables de la muerte de pacientes” y su corolario “cuantos menos cuidados se dan, más dinero ganan las aseguradoras”.


Uno de los casos más lacerantes fue el de bomberos y voluntarios que acudieron a rescatar víctimas del 11-S. Durante los trabajos, respiraron polvo tóxico y materiales cancerígenos. Muchos de ellos se encuentran en un lamentable estado de salud y abandonados por su propio gobierno que, inicialmente, los presentó como héroes. Moore da uno de sus habituales giros irónicos, trayendo la declaración de uno de los responsables de la base de Guantánamo en la que se encontraban recluidos sospechosos de haber participado en los ataques y de estar vinculados con Al-Qaeda. Dicho responsable había declarado que los presos recibían asistencia sanitaria completa, medicación gratuita y que se les operaba por cuenta del Estado. Moore, se desplazó ante la base de Guantánamos con una flotilla de tres lanchas repletas de enfermos, reclamando ser tratados en igualdad de condiciones con los presos de la base. 

Obviamente, él mismo sabía que ni siquiera lograría acercarse a la alambrada, pero era una excusa para pulsar la situación de la sanidad cubana. Los enfermos lloraban cuando veían que los médicos se preocupaban por ellos y que la medicación y la asistencia eran gratuitas. El propio gobierno de los EEUU, tras ensalzar la labor de aquellos voluntarios en los días del 11-S, simplemente se desentendió de ellos: “No son nuestra responsabilidad”. El sistema de salud cubano les atendió e incluso fueron recibidos y homenajeados en un cuartel de bomberos en cuya entrada podía leerse el lema “Patria es humanidad”.

¿SON VIABLES LOS EEUU A CORTO PLAZO?

Si, por una parte, tenemos en cuenta que EEUU es el país en el que existen más riesgos sanitarios y alimentarios (véase The Human Experiment) y el país occidental con un sistema sanitario más deficiente, injusto e inamovible, cabe preguntarse ¿cómo resiste aquella sociedad? Simplemente, resiste porque sobre ella se cierne el miedo y es una sociedad engañada. Miedo y engaño no pueden mantenerse eternamente como forma de gobierno. Cada vez más norteamericanos en sus salidas al exterior –incluso a países iberoamericanos despreciativamente llamados “bananeros”- comprueban que otra sanidad más justa y eficiente es posible. Esa sociedad se va a enfrentar a una necesidad cada vez más acuciante y a la exigencia de la industria médica, clínica y farmacéutica, de obtener cada vez mayores beneficios. No hay solución salvo… la ruptura traumática de las reglas del juego.

La experiencia de los países europeos demuestra que el derecho a la salud es el que la población considera como más irrenunciable. Los intentos que algunos partidos han hecho para privatizar la sanidad se han saldado con movilizaciones y protestar que ponían en peligro la estabilidad de los gobiernos que las promovían. Pero es cierto que la sanidad es el gran negocio del siglo XXI y que la población va a exigir que los avances estén al alcance de todos y no solamente de quienes puedan pagarlos. El documental de Moore es, por tanto, extraordinariamente pertinente y debe servir, en tanto que europeos, para plantearnos: “Nunca una sanidad como la norteamericana – Nunca seguros médicos privados – Nunca un régimen legislativo basado en los lobbys”…

DOCUMENTAL PARA…

Los usuarios de la seguridad social española, a pesar de sus retrasos, deficiencias y listas de espera, se llevarán una sorpresa: siempre hay alguien que tiene muchos más motivos para quejarse. Divertirá, sobre todo, a los anti-yankis de todas las edades y les demostrará que la vida en EEUU está gobernaba por las injusticias más lacerantes y menos asumibles, les proporcionará argumentos para persistir en su posición. Supondrá para todos los ciudadanos una advertencia: “Nunca ser como los EEUU”. Desconfiad, pues, de los que nos presentan a aquella “gran nación” como “bendecida por dios”. De hecho, los que la han bendecido son las aseguradoras médicas… Y si está usted enfermo, regocíjese de no haber nacido estadounidense.



FICHA:

Título original: Sicko.
Título en España: Sicko.
Duración episodio: 120 minutos
Año: 2007
Temática: Los abusos de las aseguradoras médicas, los dramas generados por el sistema de sanitario norteamericano y la comparación con la sanidad canadiense, europea y cubana. Una crítica inmisericorde a la sanidad americana.
Género: Documental.
Subgénero: Salud.
Director: Michael Moore 
Lo mejor: lo descarnado del documental.
Lo peor: la sensación de que esa situación pudiera darse en algún momento en Europa.
Puntuación: 7
Web oficial (en inglés): http://www.sicko-themovie.com/
Web oficial de Michael Moore (en inglés): 
Ver el documental (en castellano): https://youtu.be/dVdaosweLF8

¿Cómo verlo?: Puede verse en el enlace indicado.

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